Hoy,
tercer jueves de octubre, el segundo fue el Pilar, 11 conmilitones nos hemos
reunido alrededor de una mesa redonda, en el comedor pequeño del Club Mirasierra, para celebrar nuestra comida mensual.
Y, empezando por lo primero: Josemari, ese personaje, querido
compañero, que reúne en su mirada inocencia de niño y sabiduría de viejo; tan
educado, imaginativo y dicharachero; luego del susto de hace unos días, todavía
convaleciente, de la mano de Antonio, ha vuelto para ocupar su lugar en la mesa
y, con sus muy escasos prejuicios, sentido común y su punto de esperpento, relatando
su difícil experiencia, alegrar a todos la reunión de este día, el primero con
lluvia, mucha, del mejor otoño en años.
Luego, como
siempre, se han tratado muchos temas: el mundo enloquecido, los recuerdos del
colegio; varios sucedidos peculiares, las goteras, más o menos contenidas, que
nos hacen compañía; y las cosas del Papa Francisco.
Así, hablando del
terrorismo palestino y las respuestas de Israel, resulta que, comprendiendo el horror
y lo complejo de la situación, si hay que elegir, todos estamos más cerca de
los judíos. De lo que pasa en Estados Unidos, tan difícil de entender, una
conclusión: si Joo Biden, con 80 años, es presidente de la mayor potencia del
mundo, Fernando, con solo 79, bien puede salir de su rincón y optar, quizá lo
haga, a sustituir, y lo hará mejor, al doctor Sánchez en la Moncloa.
De los recuerdos
del colegio, José Luis trajo a colación la victoria que cuando teníamos 14 años
“su” equipo de futbol fue el victorioso en “el campeonato”, hecho que solo recuerda Gaspar, afirma que ganó al Maravillas. Y del dicho del P. Medina:
si alguien bosteza es porque tiene hambre, se aburre o tiene sueño, que
bien sufrieron Ramiro y Eduardo ese médico.
En cuanto a
los sucedidos, Diego nos sorprendió porque de los conmilitones es el único que ha comido,
eso sí, en Menorca y una vez en la vida, “fritura con muerto”. Y Gaspar,
subiendo aún más el nivel, relató cómo, no dijo dónde, preocupado ante el exuberante
celo de una guapa y viuda gorila, ofreció a una persona de su confianza, no
dijo el nombre, 150 euros por aplacarla; esta se lo pensó rápido y contestó
poniendo tres condiciones: no hacerse cargo de las posibles consecuencias, que
no se enterase nadie y, la más importante, pagar los 150 euros en tres plazos.
Gaspar, una vez explicado lo anterior, de pronto, como asustado por su indiscreción, guardó silencio y no
conseguimos saber si pagó los 150 euros o cobro los tres plazos del caballero de su confianza.
De las
goteras, visto lo recuperados que están Eduardo y Diego, el custodio prefiere
no recordar nada. A fin de cuentas, las tenemos, no podemos hacer nada, hay que
convivir con ellas y ya está.
Del Papa
Francisco lo más relevante: sabemos de varios amigos que rezan todos los días entre
tres y cinco veces para que muy pronto, lo antes posible, su sucesor inicie los
trámites para que suba a los altares por ser santo.
Y, de otras cosas también se habló, pero,
salvo decir que hubo elogios a Gurri por su buen chocolate y asombro ante experiencias
de varios, Pedro, Antonio, su notario y alguno más que se mueven en metro por
Madrid, el custodio prefiere dejarlas a la imaginación de los conmilitones que,
lo sabemos, siempre a su pesar, por ausencia, hoy han incurrido en falta.
Y, nada más. Aquí
termina la crónica de la comida del 19 de octubre de 2023, estupenda, que ha
satisfecho con creces las expectativas de los conmilitones de Areneros 61.
Nota: las
fotografías de la comida y de la reunión en la sala virtual de Fernando son de
Gaspar.
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