jueves, 14 de septiembre de 2023

DE LA COMIDA DEL JUEVES 14 DE SEPTIEMBRE DE 2023

 

En un día del verano que termina, entre cálido y templado, azul y luminoso bajo nubes altas, en la terraza cubierta del Club Mirasierra, nos hemos reunido para celebrar la comida del mes de septiembre de 2023.

Y sí, como siempre, para los 7 conmilitones que hemos acudido a la convocatoria de las Altas Esferas, ha sido un placer compartir, al borde de los ochenta años, mesa con los mismos comensales que cuando, en el colegio teníamos ente siete, ocho, nueve y hasta los diecisiete años.  

Bien es verdad que, quizá porque éramos pocos y las ausencias muchas, en algunos momentos, durante la comida y, sobre todo, en la sobremesa, las nostalgias del ayer y las certidumbres del mañana han nublado nuestros pensamientos y atenuado nuestra alegría por estar juntos.

Pero a pesar de las ausencias y el saber cada mes que pasa habrá más, y muy justificadas, faltas, la comida de este segundo jueves, por muchas razones, ha sido un éxito:

La presencia de Javier, no ha venido los últimos meses, ha sido una gran alegría.

El compartir, por una vez hemos hablado del tema, opiniones sobre la situación política, tan áspera, que estamos viviendo, las noticias y los bulos, cada día peores y los grandes peligros que amenazan la convivencia y el bienestar de los españoles, acaso por hablar de ello, para nosotros, ha sido un poco de aire fresco en el muy cargado ambiente que sufrimos y compartimos.

Antonio, siempre sonriendo, ha estimulado a Josemari para que este contase algunas anécdotas, todas divertidas, y este, casi declamando, ha lucido su valía como lector de árabe, no sabe una palabra, en la Alhambra, su gozo sufriendo la escasa simpatía de sus paisanos cántabros y, lleno de orgullo, loado su parentesco con el clero.

El otro Antonio, con su preclara ironía, ha explicado, en varias y amplias intervenciones, el buen hacer de la Orden de Malta en la atención a los menos favorecidos y ha disfrutado luciendo aciertos y desaciertos, todos curiosos, suyos y, sobre todo de los más ínclitos de sus colegas arquitectos.

Gurri se ha destapado desplegando ante nuestros ojos una preciosa caja con la más amplia y lujosa variedad de chocolates, y ha conseguido lo casi imposible: entre todos, profundamente epatados, no hemos sido capaces de comérnoslos todos.

Pedro el joven recuperado de sus pequeñas goteras, en no pocas ocasiones, a lo largo de la comida ha matizado con sensatez y rigor los excesos verbales en los que los demás, con la pasión que nos caracteriza, hemos incurrido.

Y todo lo anterior interrumpido una y otra vez, hasta nueve, por Fernando que, no conforme con estar comiendo, en Marbella, en compañía de Ramiro, del tercer Antonio y de sus encantadoras mujeres, ha tratado de saber y comprobar, sin llegar a la certeza, el número de comensales que hoy hemos acudido a la comida en el Club Mirasierra.

Ah, y para terminar esta crónica, añadir que sí, que en nuestra muy buena comida  del segundo jueves de septiembre de 2023 hubo más, mucho más, pero, porque esto no debe ser conocido, el custodio lo ha guardado en el olvido.

 

Nota: las fotografías de las comidas en el Club Mirasierra y en el restaurante de Marbella carecen de autor conocido y las de las reuniones virtuales son de Gaspar.

















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