viernes, 12 de junio de 2020

DE LA COMIDA DEL JUEVES 11 DE JUNIO DE 2020



NOTA PREVIA

El contenido de esta crónica es fruto del análisis e interpretación que el Custodio ha realizado de cuanto le ha sido revelado por los asistentes a la comida y estos han autorizado su difusión entre sus compañeros, los conmilitones de Areneros 1961.

Dicho lo anterior, y porque de esta comida, salvo lo que aquí está escrito, los asistentes, por unanimidad, han acordado mantener el más cerrado de los silencios, el Custodio pone en conocimiento de los conmilitones que, muy a su pesar, aquí cuenta lo que los  asistentes le han dicho o insinuado, incluidas notorias contradicciones, y  permitido  decir; por ello, ha sido muy cuidadoso al redactar esta crónica y si en algo se ha excedido ha sido por un lamentable  descuido. 


DE LA COMIDA PUES

Sin duda el que, luego de tres meses de vacío, se haya celebrado la comida del segundo jueves de junio, puede calificarse de hecho extraordinario, más aún, de gran acontecimiento, del todo digno de ser reconocido.

Así,  todo comenzó cuando el lunes 7 de junio, en nombre de las Altas Esferas,  José Luis, en el WhatsApp, diciendo lo que dijo, montó la de Dios es Cristo: 

 Caros conmilitones: A punto de llegar el fin de curso, se hace necesario que nos veamos las caras al natural. Por ello y porque sí, se convoca la comida de junio para el próximo jueves 11. El club está disponible y algunos de nosotros también. He preguntado a algunos y mayoritariamente están a favor. De todos modos, no es obligatorio asistir, sólo vale para subir nota, no para bajarla. Los que vayan a asistir deben decirlo con anticipación para hacer la reserva. Conmilitones, a por ellos. Un fuerte abrazo”.

Y  de nada le sirvió el haberlo consultado y tampoco  su  buen hacer y su notable  prudencia. Si José Luis  está vivo es, de verdad, un milagro. Una multitud, casi todos los whasaperos  saltaron  de sus sillas hasta el cielo diciendo, bajito primero y luego en tremendo griterío: 

¡Yo no puedo, el jueves tengo médico, lo siento!

¡Yo seguramente no podré, en caso contrario lo diré con algo de margen! 

¡Me gustaría tanto, pero soy todo riesgo!,

¡Que yo iría, pero por si acaso me reservo! 

¡Que ya sabéis, la que manda dice que yo no soy mío, que yo soy suyo y me quiere vivo!

En mi humilde opinión, creo que es prematura la comida con presencia física. No dudo que el servicio de restaurante pondrá la mejor voluntad en la asepsia, según las instrucciones que reciban, pero tampoco dudo que las mismas no se realizarán con la exactitud de las mismas, pues el hábito y el aprendizaje requiere tiempo y alguien al lado que sepa corregir las deficiencias que de seguro se producirán. Harto estoy de ver el manejo que se produce, cuando en la misma TV ponen reportajes de cafeterías o restaurantes, en que de cara al televidente, se producen cantidad de errores en el manejo de las mesas y cubertería, luego no quiero ni imaginarme, en lo que ocurrirá dentro preparando la comanda y su transporte

Creo que no es prudente por mucho que apetezca y todos estemos hartos de esta situación, bueno es para la economía que se vaya normalizando todo pero es evidente que tenemos factores de riesgo superiores a la media y que todos seamos conscientes de que ésta jodida pandemia no ha terminado y que muy posiblemente no tengamos las defensas deseables contra la misma. un abrazo a todos y siento disentir!

¡Que yo me apunto a lo que dice el que sabe, que es nuestro médico!

¡Prefiero esperar un poco más! ¡Abrazos a los que vayan y a los que no vayan!

¡Yo también creo que es prematuro!  ¡Nos guste o no somos de riesgo!

¡Yo desde Asturias no tengo opción ni nada que decidir! ¡Con los pocos que vais a ir, no vais a tener distancia legal sino más bien kilométrica!

¡Que si estamos locos, que el bicho gusta el sabor a viejo y está al acecho! 

Y, bueno, también hubo algunos que, con más valor o menos prudencia, sin pensarlo mucho aseguraron para el jueves total presencia, 

Yo sí participaré Jose Luis

Yo acudiré a la comida

Yo iré con alegría, Y con mucha simpatía, con la mirada muy fría por lo de la pandemía, sin vacuna, y sin mi tía, pero con una sandía, para refrescar el día. ¡¡¡ Viva la gasyronomía!!!

Yo, casi,  y sin casi, me da vergüenza decirlo, iré

Claro que de los que dijeron de ir, varios fueron, unos porque han  superado con éxito al virus; otro u otros dos porque, desde chicos, son inmunes a los virus;  pero hubo uno que, presumiendo de valiente, prometió que pensaba  asistir no pudo hacerlo porque la que manda lo prohibió y otros que también habían anunciado que irían, sin dar explicación alguna, no fueron.

Pero, siempre, siempre hay un pero, resulta que de los que dijeron que no, que ni atados irían a comer,  unos cuantos, sin decírselo a nadie, con promesa de anonimato, a las dos en punto de la tarde, estaban en el Club Mirasierra bebiendo vino, tomate y hasta cerveza, en compañía de alguno que había anunciado que iría,   y  sin la presencia de otros  que, ¡lo que a estas alturas, hay que ver!, presumieron en el WhatsApp de ir a la comida, pero  a la hora de la verdad,  les vino una jaqueca, se les estropeó el coche o, por el camino, encontraron algo menos arriesgado que, en el Club Mirasierra, torear al bicho. 

 




Se dice que algunos llegaron a un Club Mirasierra, no demasiado concurrido,  en coche, dos en bicicleta, uno en patinete, otro en helicóptero, uno a caballito y  que varios aparecieron  sin que se supiese  cómo;   pero lo cierto es que, a las dos y muy poco de la tarde, completo, menos uno (ese que llegó con el segundo plato diciendo que “yo no he venido, ahora estoy en la catedral de X, en una misa cantada”),  el cupo de comensales y antes de sentarse alrededor de la gran mesa de la terraza, se produjo el primer y unánime  juramento: ¡los que somos, somos;  y  no diremos  a nadie cuantos ni quienes somos en esta comida que es gran celebración!.

Y sobre el  número de asistentes, decir que el tema que ha resultado muy, pero que muy complejo: el Custodio solo  puede decir que fue de los más altos de siempre aunque no se llegó al record, y  que sobre quienes fueron los que al final de atrevieron a desafiar al bicho nada se puede decir (recuérdese que muchos, aunque no todos, desafiando prohibiciones de mujeres, hijas, amantes y demás,  jugándose el pescuezo  asistieron) salvo, porque hay constancia gráfica,  que  José Luis y Josemari se sentaron juntos  en una esquina de la mesa; en cuanto al resto es imposible asegurar nada, hay quien dice que Pedro del Joven también estuvo, pero no hay constancia; y sobre el total a lo más que se llega es a burdas conjeturas:  que fueron once, que fueron trece,  veintiuno, que si fueron veintitrés, …que nada, que ni siquiera es posible dar  por buena una horquilla de números enteros..

 La comida comenzó con el disfrute de varias botellas, ha sido imposible saber cuantas, de champagne MUMM que  algunos lo tomaron tal cual, brut , pero la mayoría prefirió añadirle unas gotas de Cassis, para convertirlo en un KIR ROYAL. Y luego, durante la comida se abrieron 12 botellas,  todas las que había en el Club,  porque si hubiese habido más todas se hubiesen abierto,  del maravilloso vino CHATEAU D´IQUEM, grand cru classée.

Como es fácil de entender, con el champagne para comenzar y el buen vino para mantener alejada la sed, durante toda la comida y desde el primer momento, la conversación sobre la mesa, solo una, fue inteligente y fluida.

Las viandas, bien elegidas, en todo momento añadieron color y sabor a las cuidadas metáforas que, a cada intervención, añadieron fuerza rigor  al poder de las muy privilegiadas mentes de los conmilitones presentes, acaso estimuladas  porque tras el postre, con el café,  se comieron unas cantidades disparatadas  de chocolate nacional y se bebieron, brindando muchas veces por los presentes y por los “tristes” ausentes, litros y litros de  finísimos orujos gallegos, blancos y de hierbas. 

Y, realmente fueron tantas y tan poderosas las palabras que llenaron la terraza del Club Mirasierra que, (a pesar de las muchas interrupciones que por teléfono, desde sus casas, atados con cadenas a sus camas, hicieron varios conmilitones, de esos que hubieran querido estar presentes pero, por lo que fuera, estuvieron del todo ausentes) de común acuerdo, como todo en este día, se decidió  mantener en secreto para, porque los presentes son gente de lo más cuidadosa y  decente para: no publicar intimidades familiares; no asustar a los muy píos que no han venido; no incordiar al ministro de sanidad con soluciones para la pandemia; dejar tranquila a la ministra del ramo, sin añadir fuerza a la de economía; no herir a la mujer esa de la  igualdad, recitando en público  el Catecismo de  urbanidad; o, para  no llamar, con buenos o malos pensamientos,  al mismísimo diablo ni distraer a los santos.

Hay que decir, además, que obedeciendo al mandato recibido de varios de los asistentes, el Custodio está obligado a poner por escrito que “los de siempre”  dijeron sus tonterías habituales y  se lanzaron  todo tipo de dardos, algunos con altas dosis de veneno,  contra algunos de los ausentes, .dardos  que al parecer fueron aclamados por los  presentes.

Y, el Custodio, aunque recibió por duplicado la noticia,  casi lo olvida, hay que añadir a lo anterior que, con la misión incrementar la concordia universal, mejorando al hombre y a la sociedad, en la comida del día 11 de junio de 2020 ha quedado constituido el muy secreto Grupo Premium 61,  institución utópica, paranoica, filosófica y atómica  que nace con el propósito  de  servir a sus miembros  y practicar entre ellos  la solidaridad más egoísta.

Ah, el Custodio también  ha sabido que todos y cada uno de los conmilitones normales y corrientes,  de esos que llenos de muy justificado y prudente miedo a hacer pandam con el bicho,  no han acudido a la comida del segundo jueves de junio de 2020, pueden entrar en el Grupo Premium 61 si consiguen, llorando bastante, convencer a tres de sus miembros para que presenten y defiendan su candidatura en reunión regular, periódica y secreta de los Premium 61.

Para terminar esta larguísima crónica, decir que hoy, ya viernes 12 de junio de 2020, el Custodio sabe que varios  de los asistentes tienen agujetas por lo mucho que se rieron  ayer y siguen riendo hoy,  otros están  un punto resacosos  y, muchos de los que no fueron, siguen  muy, pero que muy, envidiosos.



NOTAS
  • El Custodio agradece de corazón la inestimable  colaboración que ha recibido de varios de los asistentes, especialmente de José Luis y de Josemari, que han hecho posible la redacción, tan difícil, de la crónica de la comida que los conmilitones han celebrado el segundo jueves del mes de mayo de 2020.
  • Las cuatro fotografías que adornan la crónica  son obra de un miembro del Grupo Premium 61 que, a nuestro pesar, con muy buenas razones, insiste en ocultar su nombre.
 







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