El jueves, día de San
Antonio, la mesa nos esperaba en la terraza. Sin darnos cuenta hemos dejado
atrás otro curso y ha llegado de nuevo el verano… Cómo pasa el tiempo, ¡qué
barbaridad!
Chorizo picante que
traído de León por nuestro tesorero para empezar y, para quienes lo han
querido, desde el principio, el buen aguardiente de Gaspar; en el menú
ensaladas varias, huevos, carne y pescado
como plato principal, piña, melón, sandía y helados de postre, luego café…
Los dieciséis
conmilitones, en este jueves de verano, felicitados los Antonios presentes y
también los ausentes; discutido las
andanzas que ocupan esta tarde a
Josemari; comentado en profundidad las dos visitas, una al Prelado
Fernando y otra al Papa Francisco, que
con motivo de sus bodas de oro tienen concertadas en Roma Eduardo y su mujer; analizadas las noticias que tenemos de Santiago en Palma
de Mallorca, de Livinio en Santander y de Javier que sigue sin venir de
Zaragoza; las goteras que afligen a casi todos los presentes y a varios más de lo que es decente; compartido
el cómo y el donde va a ser el veraneo que para cada uno ha decidido alguien en
su casa; y echar de menos el chocolate que no ha traído Gurri porque está ejerciendo de abuelo en Suiza; se ha pasado
la comida en un suspiro…y antes de que pudiéramos darnos cuenta, salvo cuatro
que se han quedado jugando al mus, ya se sabe quiénes, el resto, con tranquilidad, sin alaracas y
acaso sin enterarnos, hemos salido del Club Mirasierra, para regresar, como
está mandado, prontito a casa.
Nota:
Eduardo ha compartido
con todos el correo que en respuesta a la carta que él había escrito a Fernando
Ocariz con motivo de su venida a Madrid
con ocasión de la beatificación de
Guadalupe Ortiz De Ladazuri.
Siendo la que sigue la
cariñosa respuesta del Prelado del Opus Dei:
Querido Eduardo:
Te agradezco mucho tu
carta del pasado 21 de abril. Naturalmente, sería para mí una alegría reunirme
con vosotros, pero -como ya suponías- no va a ser posible, pues estaré en
Madrid sólo el día 18 y el 19, con muchos compromisos y actividades previstas.
Cuando tengas ocasión, da un cariñoso saludo de mi parte a los compañeros. Rezo
por vosotros y os pido que me recordéis en vuestra oración.
Un fuerte abrazo.
Fernando
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