Encontrar hoy un lugar
para aparcar en el club Mirasierra ha sido difícil; por ello, al llegar a la
terraza no ha sido una sorpresa ver que todas las mesas estaban llenas y no quedaba
sitio para colocar un alfiler, o que, ya dentro resultase imposible para algunos conmilitones acercarse
a la barra para pedir una cerveza, disfrutar una copa de vino blanco o probar
una aceituna… tremendo el gentío.
La causa de ello fue
un poco lo precioso del día que animaba a comer al sol y, sobre todo, la presencia de un grupo de señores mayores, muy animados
que resultaron ser los miembros de la promoción de 1965 del Colegio, con los
que, muchos lo habíamos olvidado, teníamos
el acuerdo de compartir mesa y mantel
este jueves de marzo.
Mezclados, ellos 23 y
nosotros 17, en total 40 comensales, sin nadie más, en el comedor grande: dos
mesas redondas de 10 y una, por inmensa sin forma, con miles de asientos de los que ocupados había veinte; la comida ha
sido una experiencia que, aunque para repetirla tendremos que pensarlo, y no poco, ha resultado razonablemente bien
¿Que cómo son los
otros? Realmente más o menos como nosotros, ingenieros, arquitectos, médicos…
guapos pero menos guapos que nosotros, tienen menos años pero gozan andares menos
decididos, lucen arrugas más profundas, tienen el pelo más blanco y el corazón,
ellos no lo saben, algo menos joven que el de los conmilitones.
Como es normal, en las mesas
de 10 todo ha funcionado entre bien y muy bien, las conversaciones se han centrado en el pasado, en el rescate
de recuerdos de los años de colegio compartidos
por todos y en la comprobación de que
aunque nos separan cuatro años de experiencia, estamos todos educados, bien educados, de la
misma manera y por los mismos maestros.
En la mesa de grande, una
barbaridad de grande, las cosas resultaron entre menos bien y regular; en la
mitad de arriba Josemari rodeado de los huéspedes se ha esforzado y creemos que
lo ha conseguido, para dar una muy buena imagen de la promoción del 61 y ha
sido muy aplaudido por los del 65. En la parte de abajo, se aprecia bien en las
fotos, presidiendo Eduardo, a su izquierda conmilitones y a su derecha,
separados por espacios vacíos, José Luis
y Antonio aislados en la frontera, han trabajado duro, perfilado y propuesto a todos, mediante el envío de
emisarios, -Gaspar se lo ha currado -,el viaje a Burgos para la próxima semana.
¿Algo relevante? Pues
sí, aunque por haber sido muchos los asistentes, no se han hecho notar nuestros
habituales ausentes y, porque entre los
jóvenes del 65 estaban algunos hermanos de nuestros compañeros, ha sido intenso
el recuerdo de Jesús Granell, Ricardo Martín Lucas…y el de tantos compañeros que ya se han ido…
Y, ¿algo más?: Porque
una imagen dicen, vale más que mil palabras, este custodio deja más espacio que nunca
a las muchas y muy buenas fotografías que ha hecho Gaspar de la reunión de este
día.
Nota.
Aunque en el orden del
día de la comida de hoy aparecían algunos temas que pueden ser vitales en el
medio plazo, de común acuerdo, sin necesidad de hablarlo, entre todos hemos
acordado dejarlos en silencio hasta la reunión de abril que, sin duda alguna,
será muy importante.
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