En un día lleno de sol,
a las dos y muy poco de la tarde ya estaban los 16 conmilitones y Pedro Oñorbe que,
conferenciante él, solo asistió al aperitivo, comentando lo que había de acontecer en este segundo
jueces de marzo.
Las expectativas eran
altas; a lo largo de las semanas transcurridas desde la comida de febrero, la carta a Monseñor y las aportaciones en el whatsApp de la promoción han calentado el ambiente.
De la carta decir que,
hasta que su puesta en el correo, ha
sido objeto, con el propósito de asegurar su
bondad en el fondo y en la forma,
de muy serias discusiones y que finalmente,
el día 23 de febrero, Pedro el joven, con
la colaboración inestimable de Javier Echánove,
pudo enviarla. A continuación se incluye su elaborado texto.
En el WhatsApp, el Gaspi, porque es como es, levantó una casi áspera polémica sobre temas oscuros que, como era previsible, hizo abrir la boca a Josemari para pedir, más aún, para exigir a Luis un endecasílabo o un pié quebrado, con un poquitìn de bad milk, para explicar al susodicho y que este se enterase de quién manda aquí.
El vate, porque en palabras de Jose Luis, la afrenta no
podía quedar sin respuesta, pidió dos
días y aceptó el reto.
Por supuesto, el Gaspi
aprovechó el tiempo y, en menos de un
día, publicó esto: Ya veo que os coaligáis cobardemente contra mí ah! Bellacos, soplones
de guarirí picarotes. ¡Pobres locos! No sabéis lo que hacéis, a punto
estáis de despertar a la bestia y aunque
yo -pobre de mí- no soy experimentado vate, seguro que algún renombrado poeta
vendrá en mi auxilio y si no fuera así, me defendería con la bravura y
gallardía que me caracterizan, manejando la prosa mas satírica y mordaz que
conocieron los siglos. ¡¡Allá vosotros!! EL GASPI.
Y Luis, al fin, esto
sacó de su intelecto
Estas quintillas expido
a nuestro amigo Gaspar,
que hasta mí se ha dirigido
y creo que la ha jodido
espero que a su pesar
A Gaspar le ha interesado
la salud de compañeros
a los que yo también quiero,
pero no se ha enterado
de que no me he disgustado
En esta vida se puede
ser corrupto y ser cabrón,
ser un mierda, un maricón,
pero no se puede ser
pesado y conmilitón.
Y tú querido Gaspar
estás algo pesadín,
sin parar de preguntar
cuando se van a curar.
Te pones plasta, jolín
En fin caro compañero,
que tú sabes que te quiero
a pesar de estas quintillas,
que serán la comidilla
del día conmilitonero
Tu amigo Luis Ester
Como es natural,
Josemari no se mantuvo en silencio y
escribió esto:
Pero…¡Por Dios, Luis Ester!
¿cómo te puedes meter
con nuestro amigo Gaspar,
que es como un pan circular,
al que da gusto comer ?
Con verdadero placer
salgo rápido a correr
en su defensa. Y a armar
una guerra nuclear
por El Gaspi. Lo has de ver.
Ahora me tengo que ir.
(me esperan en Ajalvir).
Tranquilízate Luisito,
porque dentro de un ratito
volveré...y te haré sufrir.
Y Gaspar, por no
callar, a pronunciarse pasó:
Mi
querido Luisito Quintanillano:
Tu
advertencia es muy justa y te agradezco el cumplido, pues un Conmilitón de ley
no debe ser un martillo pilón, pero en todo caso sería de ley consultar a los
compis si de vez en cuando preguntar por la salud y demás les puede llegar a
hartar. Me someto gustoso a su respetable criterio, pues lo que más aborrezco
es resultar plasta y reiterativo. Si así fuera pondría sordina a la frecuencia
de mi interés te cedería la vez para que necesitases preguntar tú por la
situación salutativa de propios y respectivas. Continuaremos debatiendo. Con
cariño y agradecimiento al cántabro poeta Josemari por salir en mi defensa,
abracetes y tal. EL GASPI
Del resto de lo que se
dijo en el chat, no diremos nada, son temas sobre los que todos pensamos que es
mejor callar.
Como es natural, los
dieciséis conmilitones que asistimos, en un
precioso día de primavera, a la comida de la Promoción de 1961, disfrutamos
en extremo la lectura de la carta, aplaudimos los versos, recordamos a los
ausentes, ¡qué malo es estar malo!, consumimos el chocolate de Gurri, bebimos
algo y hasta algunos volvimos a jugar al mús.
Ah, otra cosa, por
primera vez en varios meses, se volvió a hablar de golf; entre los conmilitones al menos doce son buenos jugadores y, por
ello, José Luis García Calleja se
comprometió a organizar, en el muy corto plazo, mañana sin más, una reunión de
los que se animen para jugar y comer o comer y jugar…
Habría mucho más que
contar de este día, pero la entrada es muy
larga y el Custodio está muy cansado y lo tiene que dejar…
Por supuesto, las
fotografías que adornan esta crónica, hay muchas más, las hizo Gaspar, como siempre, con buen hacer y una excelente cámara…
¿Verdad que estan jovenes y guapos Antonio, Josemari y Diego en esta fotografía?
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