viernes, 21 de abril de 2017

COMIDA DEL 20 DE ABRIL DE 2017



Por primera vez, al menos que este custodio recuerde, la comida de abril de 2017 se ha celebrado,  por ser el segundo  Santo, el tercer jueves del mes y, acaso por el retraso, ha superado todas las expectativas.

Diecisiete comensales, ellos solo en el comedor,  en la gran mesa junto al gran  ventanal, entre conversaciones banales, plenas de impaciencia, dieron cuenta en poco tiempo de los primeros y segundos platos, a más de beberse todo el vino.

Media hora de larga espera, muchas miradas furtivas desplazándose entre las dos cabeceras  que hoy, por una vez, tenía la mesa: los lugares que ocupaban Javier Echánove y Pedro Noelle, ¿quién de los dos guardaba La Carta?


Por fin, antes de que llegase el postre, sobre la mesa, delante de Pedro, apareció un sobre… y el muy bandido hacía como si nada, ni siquiera bajaba la mirada…

Alguien, supongo que Mazarrasa,  golpeó repetidas veces una copa, se hizo el silencio y El Compañero de Pupitre, tomando  en sus manos el sobre, solemnemente, inició su discurso con estas  palabras ¡Aquí tenemos, sin abrir, La Carta!






                                                  


















En ese momento los aplausos llenaron la sala, y enseguida, vino la lectura, primero del sobre y luego de La Carta:




Durante muchos minutos se analizaron, discutieron y comentaron cada uno de los párrafos, cada una de las palabras, el encabezado, la firma y, sobre todo, el mensaje de afecto  que Monseñor nos transmitía a todos en esta Su Carta.

Luego, la conversación se hizo nostalgia, de las voces de Luis y Josemari surgió el recuerdo del añorado Torquemada, de su personalidad señera y de sus versos. Fue tan intenso el recuerdo que se escucharon no poca  promesas de volver a poner entre todos, sobre esta mesa, muchos y buenos versos.

Finalmente, con el recuerdo de todos los ausentes, a media tarde, se interrumpió, hasta el segundo jueves de mayo, la reunión de los conmilitones.
  
Nota: A continuación los versos que en el WhatsApp, entre la comida de marzo y la de abril, han cruzado Josemari y Luis:



ROMANCE DE ALUMNO DE ESCUELA MODERNA Y AVANZADA


Papá, por favor, escucha:
llévame a un cole normal.
Que este colegio de ahora
me está empezando a asustar.

Me dicen que lo moderno,
es ser experimental,
que lo único importante
siempre es la diversidad,

Con libertad creativa
y autonomía moral
(y si el maestro lo dice,
tendrá que ser la verdad).

De los niños de mi clase
no hay dos que sean igual,
porque aquí los profes quieren
mucha originalidad:

A Juan le gustan las niñas
igual que a ti mi mamá,
a Curro, niñas y niños,
para mayor variedad;

A Pedro sólo los niños
que al fútbol saben jugar;
Vicente no se decide,
prefiere experimentar;

Mari tiene dos espíritus
en lucha trascendental;
Estela quiere operarse
y ser por fin como Juan;

Santi dice, muy contento,
que él siempre está más allá
de los roles que ha creado
la sociedad patriarcal;

Y yo tengo un lío grande
de tanto hablar y pensar,
no sé si soy L, G
T, B, Y, Z o K.

Papá, por favor, escucha:
llévame a un cole normal.
Yago, además de su padre,
tiene también dos mamás

Y Javi, cada semana,
estrena un nuevo papá;
A Yennifer la ha criado
una comuna ilegal
y no conoce a su padre
ni a su madre, ¡qué más da!

El padre de Alba se llama
“Insemin. Artificial”,
porque su madre pensaba
que así se iba a realizar;

Hay familias numerosas
como la de Maripaz,
porque suman cuatro “hermanos”
(ella, dos gatos y un can)
y, según dicen sus padres,
quieren a todos igual.

Joaquín es niño probeta
y cuando se va a acostar
le da siempre un par de besos
a su tubo de cristal,
porque sus padres trabajan
día y noche sin parar.

Yo los quiero mucho a todos,
como amigos de verdad,
pero me siento muy raro
por tener mamá y papá.

Los otros niños se ríen
hasta que me hacen llorar
y dicen que somos pobres
y no podemos pagar
un divorcio en condiciones
como hacen los demás.

Otros piensan que es un virus
que se puede contagiar
y que los médicos llaman
“familia tradicional”.

Papá, por favor, escucha:
llévame a un cole normal.
Es que, en éste, no me dejan
estar ni vivir en paz

Y en cuanto abro la boca
siempre termino fatal,
pues si le respondo al profe
que algo está bien o está mal,
o defiendo el matrimonio
(salvo el homosexual),
hablo de amor para siempre,
respeto y fidelidad,
o pienso que mis hermanos
valen más que un animal,
me castiga por listillo
y  por ser un radical.

Papá, por favor, escucha:
llévame a un cole normal,
que aquí lo raro es la norma
y no existe la verdad.


                                                                                                    
 Bruno Moreno



Y AQUÍ ESTÁ LA MERECIDA RESPUESTA
 A JOSEMARI MAZARRASA DE LUIS ESTER


Me ha gustado ese romance
mi querido Mazarrá,
que no sé si lo has escrito
o te ha llegado por fax,
por correo, mensajero,
o quizá por el whatsapp.

Me ha gustado ese romance
que da mucho que pensar, porque parece de risa,
pero qué coño, ni hablar,
es una cosa muy seria
que nos hace meditar.

Me ha gustado ese romance,
es una barbaridad,
el que a todos nuestros nietos ,
desde tan temprana edad,
se les enseñe esas cosas
sobre la sexualidad.

A un niño le gusta un niño,
otro tiene tres mamás,
otro besa al despedirse
la probeta de cristal.
Hay dos niñas que se aman, otra se quiere operar,
!qué horror! esto es un desmadre
que no se puede aguantar.

En fin estimado amigo,
mi querido Mazarrá,
sólo falta que nos digas
si escribiste esa maldad
para así felicitarte,
y si no, pues es igual,
el romance es cojonudo, cojonudo de verdad,
y a pesar de ser muy serio,
tiene gracia cantidad.

Luis Ester






                                                                                     


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