viernes, 12 de agosto de 2016

EL 11 DE AGOSTO LA COMIDA FUE ESPLÉNDIDA




  
José Luis este mes, por especial, nos convocó  con un  epigrama del  vate  Miguel Moreno; ya sabéis,  una de esas  composiciones poéticas breves  que  sirven para expresar, con precisión y agudeza, ideas,  motivos o eventos, normalmente  festivos como lo es éste banquete nuestro:

Juan a comer convidó
a Pedro, que fue en ayunas,
y poniéndole aceitunas,
al principio, lo admiró.

Y dijo: "En mi tierra vi
que estas siempre postres fueron."
Juan respondió: "Y no mintieron,
que también lo son aquí."


Cinco  conmilitones, en el fresco, bajo el toldo, entre muros verdes y silencio, en el sosiego de agosto, despreocupados de  achaques y  olvidados  de los sustos que, sin descanso regalan  hijos y nietos, conversamos durante la comida y en la muy larga sobremesa, sobre, inquietudes, sentimientos,  nimiedades y  algunos  temas serios.

Movimos recuerdos, opinamos del presente, mencionamos a casi todos y sin pudor alguno, ensalzamos las muchas virtudes de nuestros  compañeros ausentes.

En fin, la comida de agosto, aunque sin vates y siendo pocos,  ha sido, como siempre, un nuevo y extraordinario encuentro de los amiguitos que somos desde que terminamos, hace unos años,  el colegio.

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