viernes, 15 de julio de 2016

DE LA COMIDA DEL DÍA 14 DE JULIO



 Escribe Gaspar Blein

Con puntualidad británica, los Conmilitones, al correr de nuestros bridones, como 12 exhalaciones (aunque de uno en uno) hasta el castillo llegamos. Con la jovialidad y camaradería afrontamos la reunión propia del mes de julio en la terraza donde, por bien emparrada, el calor se hizo ambiente  muy agradable.

Destacadas reincorporaciones y ausencias también significativas. No mencionaremos nombres de unos ni de otros para no hacer distingos innecesarios. Por favor que no se repitan los "novillos" o se hará inevitable el consiguiente aviso en las próximas notas y allá luego cada cual.

Tal como cabía esperar la jornada discurrió densa y con bastante contenido. Evocamos con nostalgia y cariño la figura de José Luís Sanz de Garnica que, para sorpresa de todos, “guiado por La Virgen, Madre de Areneros, emprendió su camino hacia las Alturas por sendas de sol” hasta el Padre, el día 29 del pasado mes de marzo. Se habló de las circunstancias de su inesperado adiós, así como de la Fundación que José Luís heredó de su hermano y su generosa dedicación  al frente de la misma.

Como de costumbre hubo interés general por la situación de los que tienen su salud afectada de una u otra forma.

Por otra parte, parece ser que nuestros aguerridos vates se van desperezando, pues escuchamos de Luis Ester un bonito soneto dedicado con gran afecto a Ricardo Martín Lucas, que no pudo estar presente; pero héteme aquí que el ínclito Josemari, haciendo alarde de unos reflejos dignos de encomio, marcó raudo el teléfono de Ricardo para leerle en directo estos versos:




Aplausos desde el otro lado del móvil, rápidamente secundados por los de todos los presentes. 

Y en fin para terminar, por lo que refiere la comida en sí, los entrantes entraron sin apenas darnos cuenta, los platos principales lo fueron a satisfacción del personal y los postres cumplieron con creces su misión de endulzar el final. Así que "a otra cosa mariposa".

En agosto, por el aquel de las vacaciones, los veraneos y otras minucias así, se acepta una asistencia con sordina, pero en septiembre...¡¡cuidadín cuidadín!!




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