Con cielo gris y algo de frío, 13
conmilitones nos hemos reunido, alrededor de una mesa redonda, en el comedor
pequeño del Club Mirasierra, para celebrar nuestra comida del segundo jueves de
febrero.
Y, todo, todo en este día, ha sido
normal, todo ha transcurrido lo mismo que siempre.
Sin embargo, hoy, quizá porque poco a poco vamos tomando conciencia y aceptado, que en este año, salvo Pedro y Ramiro, cumpliremos, o ya hemos cumplido, 80 años, el ambiente ha sido, por especialmente entrañable, diferente.
Para empezar, Eduardo, el egregio doctor, que sigue amando la vida y sanando niños, apenas comenzada la comida,
tomando la palabra, con una antigua coplilla, por si alguno lo necesita, nos
advirtió:
Y, enseguida, mientras los demás
probábamos los picantes embutidos de Pedro el tesorero, Eduardo siguió hablando
para regalarnos unos buenos consejos para no hacernos viejos, diciendo, más o menos, algo así: para
no morirnos por desgastados y viejos, hemos de mantenernos activos, tener ilusiones, caminar,
hablar con los niños, tomar las medicinas y, sobre todo, tener amor y comer bien.
Enseguida, la comanda, y ¡sorpresa!, por
primera vez desde que nos reunimos hace, no se sabe cuántos años, nadie, nadie,
ha pedido, de segundo, un plato cocido. Gurri duda si hay que alegrarse o llorar
Afortunadamente, Santiago, que sigue,
sigue y sigue soñando, haciendo y
consiguiendo cosas, ¡él no cumple años!, hizo el relato, ¡delicioso!, de cómo,
con inteligencia artificial, buena información y chicas bonitas, habían
intentado estafarle, desde algún lugar de Asia, unos miles de dólares. Y, nos
advirtió, si os lo hacen, tened cuidado, porque ves chicas que te dicen unas cosas tan agradables que te dan ganas de dejarte.
Más tarde, terminado el segundo plato y
antes del postre, Javier, el gran abuelo, confirmó que en primavera
celebraremos la Misa por los que nos esperan en el cielo, lo ha hablado con
Jorge. Y, para que no haya errores, Fernando estará al tanto, hablará con unos
y otros, e informará de todo.
Y claro, José Luis, el de las altas
Esferas, para aclarar las cosas, advirtió que la Misa es muy importante, pero
que, aunque la diga Jorge, esto lo le exime de invitarnos a comer en su
refectorio o en otro, aun mejor, restaurante de Alcalá de Henares.
Inmediatamente, Josemari, que hasta ese
momento había conseguido, con un esfuerzo infinito, mantener la boca
cerrada, sacó un papel y, con voz muy alta, recitó este soneto:
A José Luis
Mingo Zapatero.
Para José
Luis Mingo Zapatero
amigo desde
tiempos ancestrales,
escritor de
cultísimos modales,
el día de
su cumple: en febrero.
A sus
buenos amigos, colegiales
de un
colegio sito en arenero,
les convoca
con gracia y con esmero,
siguiendo
unas pautas personales.
Luego
redacta la crónica del acto,
y la
redacta con modos muy formales,
y nos la envía caliente “ipsofacto.”
Y todo
queda en páginas geniales,
que guardan
nuestro espíritu intacto
en los
libros de historia. En sus Anales.
Madrid 4 de
febrero del año en que cumplimos casi todos 80 añazos.
José María Mazarrasa
Y, afortunadamente para el custodio, porque nadie pudo ver lo rojo de vergüenza que se puso al escuchar a Josemari, este cambió un papel por otro, dijo que era cosa de Gaspar, hoy escondido en la Castilla profunda, y continúo leyendo el texto que aparece, por largo y proceloso, más abajo, al final de esta crónica.
Con el postre y el café, la conversación se mantuvo culta, alegre y animada: Ramiro puso varias cosas en su sitio; Pedro el joven, amable y serio, se marchó pronto; Antonio, ahora obispo, criticó lo suyo, bastante; el otro Antonio escuchó mucho, hablo poco y no perdió ni un momento la sonrisa; y todos hablamos de los compañeros que hoy o para siempre están ausentes.
Sí, la comida de hoy, 8 de febrero de 2024, ha sido intensa, diferente y, como siempre, un regalo de Dios para los conmilitones de Areneros 61.
Y, para terminar esta crónica, a continuación el texto de Gaspar que ha leído Josemari en la comida de
hoy. Dice así:
¿OTRO INTENTO MÁS?
Distinguidos Conmilitones. Muy Eminente dignatario de la Altas Esferas:
El que suscribe, Conmilitón convencido, lamenta el retraso en trasladar esta comunicación al grupo que tan brillantemente representa. Lo cual trae causa por la concatenación de molestas goteras y otras circunstancias adversas. Es por ello que
Aunque tarde, cúmpleme comunicar:
Como viene siendo habitual, durante las pasadas fiestas navideñas recibí la afectuosa visita personal del Rey Mago Gaspar. En seguida le pregunté si habían llegado en modernos y veloces Ferraris, o así, sustituyendo a los tradicionales camellos. Más que nada, en previsión de poder salir a escape si las circunstancias, que a la sazón mandan en España, lo llegasen a requerir. Pues no.
Entre otras razones argumentó, con lógica aplastante, que si el ambiente en algún momento se tornase demasiado agresivo y fuera necesario liarse a palos, las “caricias” en forma de demoledoras coces que reparten los camellos de su comitiva, siempre serían más efectivas que los golpes de manifestantes o guardaespaldas de cualquier escolta.
Transcribo su relato, que fue del siguiente tenor literal:
“La
entrada en España de toda la comitiva, en esta ocasión tuvo lugar por la Senda
de los Penitentes, a través del angosto “Paso del Mamut”, cerca de Elizondo, en
las estribaciones del pirineo navarro.
Ya
nos encontrábamos en el valle del Bidasoa, cuando a duras penas logró tomar
tierra en aquel barrizal un reactor serie “Falconeti”, tal vez con las siglas
de la Fuerza Aérea Española. Enseguida fue rodeado por unos cuantos vehículos
salidos de no se sabe dónde. Del aeroplano bajó un sujeto bastante alto, que
muy pronto se vio escoltado por un batallón de “armarios” procedentes de los
coches. Chapoteando se dirigieron hacia nosotros y aunque el rostro de aquel
personaje pretendía ser afable, rápidamente nos pusimos en guardia.
Pues
bien, el citado sujeto, al parecer un tal doctor en algo, después de un frío
saludo, pretendió engatusarnos, con halagos y zalamerías, para ocupar él
nuestros sillones, alternativamente, en la cabalgata del día 5, ¡saltando de
camello en camello a lo largo del recorrido!
No
contento con eso, pretendía más tarde repartir por todos los hogares, en lugar
de los tradicionales juguetes y demás regalos, diversas fotografías de su
persona ataviado de rey con corona incluida. Todo ello, dijo, para cambiar el
espíritu “eminentemente facha” de nuestra labor e incluso de nuestra presencia,
por algo más del pueblo, más democrático.
Rotunda
negativa ante semejante ofensa e intento de usurpación. Y claro, a
continuación, lo esperado: amenazas, desplantes, gritos… “No saben quién soy yo…… a mí no se me hace
esto…. se van a enterar……” y otras lindezas por el estilo. Estuvimos a un
tris de que saliesen a relucir los aceros, faltó muy poco. A duras penas
logramos contener a nuestros pajes.
Finalmente, no le quedó otra que marcharse, mascullando, aunque no por donde había venido; pues tuvo que hacerlo a lomos de unos mulos que, previo pago, consiguió ajustar con un paisano que andaba por allí. El avión casi se había estrellado contra un bosque cercano al tratar de despegar. No había espacio suficiente y los vehículos de la escolta se quedaron atrapados en el barrizal. Así que…….”.
Ya despidiéndose el Rey Mago, me dijo que, tanto él como los otros dos reyes, verían con muy buenos ojos que las Altas Esferas del escogido grupo de la Conmilitancia se dirigieran a la Meonclovia esa, o como se llame el lugar del lado oscuro de la fuerza desde el que maneja los hilos el tal doctor, mediante el oportuno escrito, proponiendo la necesidad de que abandonen de inmediato sus puestos todos los entes, con él a la cabeza, que actualmente conforman lo que han dado en llamar el “Globernio”, ….o algo parecido, toda vez que el acusado desgaste que provocan sus continuos desatinos así lo requiere.
Al llegar a este punto, el tibio sol de invierno que, a través del amplio ventanal, inunda la estancia, me ayuda a despertar de la apacible siesta que disfrutaba en mi desgastado, pero acogedor, sillón de orejas.
Dado
que este relato acaso podría ser cierto, creo que debo ponerlo en vuestro
conocimiento, para su inmediata puesta en práctica, o no, si así lo tienen por
conveniente las Altas Esferas.
Es cuanto espero de su recto proceder
En Madrid, en el día del Señor del 21 de enero, para ser leído y difundido el día 8 de febrero de 2024
Con afecto. El Gaspi
Nota:
las fotografías de hoy son de las Altas
Esferas.
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