viernes, 10 de marzo de 2023

DE LA COMIDA DEL JUEVES 9 DE MARZO DE 2023

 

En un claro jueves de invierno, de esos que anuncian cercana la primavera, junto al gran ventanal del comedor grande del Club Mirasierra, nos hemos reunido 13 conmilitones para celebrar la comida del mes de marzo de 2023.

Y, por si acaso, decirlo es relevante, contra lo que el lunes, antes de ayer, anunciaba Josemari


Antes morir

y perecer

que no ir

a comer

y discutir ,

sin beber,

el porvenir.

¡¡¡ Qué placer

el poner a parir

a cualquier

acabado en ...reír !!!!

 

hoy ha sido un día de concordia, en el que nadie ha puesto a parir a nadie y en el que, durante toda la comida, incluida la sobremesa, ha reinado la paz.

Quizá por ello, y por la modestia propia de quienes hemos sido educados por los jesuitas, han sido vanos los intentos de Santiago y el custodio para hablar sobre La formación de selectos, comentar, reafirmar la actualidad de la obra del P. Ayala, y agradecerle el habernos educado como especiales. A fin de cuentas todos lo sabemos y, en estos tiempos en que prima lo vulgar, a pesar de nuestra edad, es mejor seguir tratando de influir, haciendo lo que hay que hacer, y callando cuando hay que callar. 

Así, en un ambiente de gran tranquilidad, Diego, el amigo sabio y bueno que, porque es ya octogenario, ha  invitado a todos a comer, ha compartido sus conocimientos y sus vivencias en el seno de la preciosa  iglesia que es San Antonio de los Alemanes  y en  la Hermandad del Refugio, que desde hace más de trescientos años sigue fiel a su propósito de hacer el bien.

Y, en la misma línea, aunque menos pío, Ramiro que de León sabe, tomó la palabra para explicar  y loar la tradición de las Cabezadas, esa interminable batalla dialéctica entre munícipes y clérigos de la Basílica de San Isidoro, que iniciada hace más de 800 años no parece pueda nunca terminar.

Más tarde, fuera ya de lo popular y religioso, José Luis, ha venido, al igual que Antonio, tarde, antes de marchar a Marbella, ha compartido con el grupo y contrastado con Pedro el joven sus expectativas, no excesivas, sobre la próxima representación de esa extraña zarzuela del siglo XVIII, que es La violación de Lucrecia.  A continuación, evadiendo  con elegancia todo comentario sobre la situación del Real Madrid y, con notoria prudencia, las cuentas públicas del Reino de España, José Luis, el gran maestro que aún es, bajó a tierra y, con algo de misterio y cierta  ceremonia, entregó al otro José Luis, al de las Altas Esferas, una gran caja llena por completo de bolas de golf. Y, más a más, no conforme con todo lo anterior, puso sobre la mesa y en nuestros teléfonos, rescatándolas de sus archivos más antiguos, varias fotografías de cuando, ¡lo fuimos!, éramos niños.

Y claro, porque una cosa lleva a otra, Gaspar puso en manos de un encantado marido otras antiguas fotografías en las que aparecía, jovencísima y preciosa, Almudena, la extraordinaria señora que es la mujer de Gurri.

Como es normal, los recuerdos del pasado, enseguida trajeron al presente las imágenes, de los conmilitones ausentes, Fernando  y Pedro el tesorero, ambos goterosos, Jorge encerrado en Alcalá, Antonio en Burgos… y las, tan queridas,  de los compañeros que están en el cielo, Pablo, Luis, Ricardo, Jesús, Naso, los dos Santiago, los dos Javier, Lorenzo y Luis Fernando, esta con la anécdota del peculiar profesor Vicente: - a la pizarra Lezo -, me llamo Luis Fernando Suarez de Lezo -; - a la pizarra Luis Fernando Suarez de Lezo y Cruz Conde -: y, a esta orden, saliendo a la pizarra, al mismo tiempo,  los dos primos, Suárez de Lezo y Cruz Conde.

Terminado el disfrute de aquella anécdota y, para añadir regocijo a la situación, alguien, el custodio no recuerda quién, con solemnidad, puso sobre la mesa una nueva y capciosa pregunta: ¿Quiénes de vosotros pensáis ir al registro para convertiros en mujer? Se hizo un gran silencio, durante mucho tiempo, doce segundos al menos, nadie se atrevió a abrir la boca, hasta que, Antonio, vendiendo a su amigo, habló: - ya sabéis, al que quiera, por si alguien lo necesita, le puedo dar el teléfono de mi notario.

Y sí, hubo más, muchas más cosas en la plácida comida de este segundo jueves de marzo; se habló de la deslocalización de Ferrovial, de las fieras y enloquecidas  manifestantes de ayer, de lo bien que estamos juntos, del valor de la familia, de lo importante de la ilusión…pero esto son temas que escapan al contenido de una crónica en la es importante conservar ese bien tan descuidado hoy, que es el pudor.

 

Nota

Las fotografías de la comida, como siempre, son de Gaspar; y las del colegio, como antes dijimos, de José Luis.



































 

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