jueves, 12 de marzo de 2020

DE LA NO COMIDA DEL DÍA 12 DE MARZO DE 2020




  

En el precioso segundo jueves de este mes de marzo cuando, de verdad, mayea; primero en la barra del Club Mirasierra veinte conmilitones no nos reunimos,  asomados a la terraza,  para disfrutar unas copas de vino blanco, unos vasos de cerveza y algunas  aceitunas; tampoco nadie pudo beber el zumo de tomate que  la ocupada camarera siempre tiene  bajo el mostrador por si algún conmilitón lo pide para complacer  a su médico y, especialmente, a su mujer.

La comida pudo ser muy normal. En el comedor, en nuestra mesa, la grande, al lado del ventanal, un camarero diligente: para empezar el aguardiente de Gaspar o de Santiago,  el chorizo de Valladolid o de León, vino de Rioja y el menú de siempre: ensaladas, pollo de alguna manera, acaso algo de pasta, algún pescado, carne y, muy posiblemente, aunque  hace calor, cocido.

Hasta el postre, flan, piña, helados y melón, la no comida fue, como siempre, un placer: conversaciones múltiples y ruido un montón. Luego Josemari, en verso, hizo gala de su preclara condición; Lorenzo, llegado de Egipto, nos explicó, con detalle y pasión, lo malo que es el coronavirus y lo expuestos que estamos  los viejos, si no nos cuidamos,  a que el bicho chino  nos pare el corazón. Ramiro habló con voz muy alta, Gaspar hasta gritó, el Custodio tomó notas y todo fue como siempre, o mejor.

Pero de este jueves de marzo de 2020 lo más importante han sido los veinte conmilitones…

¿Veinte conmilitones? ¿De dónde sacas Custodio  los veinte conmilitones?  ¿Es que el virus está comiéndote el cerebro?

Pues no, empezando por José Luis, el que en el WhatsApp usa el seudónimo de Papá, seguido inmediatamente por Lorenzo, ya sabéis cómo es el doctor, y casi en enseguida por Javier, ¡estos abuelos!, con ellos ya son tres de los veinte no asistentes que cuenta el Custodio; y eso  que, desde el principio,   desde que vieron la convocatoria de José Luis,  nos advirtieron del peligro que todos tenemos de ser objeto de  contagio por la fuerza o la furia del indecente virus.

Gaspar y Santi también lo tuvieron claro:  con molestas  goteras advirtieron a todos que tenían que quedarse en casa. Pero al uno porque hace mucho ruido y al otro porque en lugar de hablar mira el correo electrónico, sonríe y, para alegrar los días,  manda y manda, el Custodio ha colocado a los dos entre  los veinte que no se sentaron en la mesa y en  la comida, como es evidente,  dijeron nada.

Pedro el Joven con fiebre alta.  Para él Josemari tuvo, antes de eso, sí, de eso,  muy buenas palabras: tranqui Pedrito. El coñovirus no ataca a los niños…. Aunque este jueves sigue en la cama, el Custodio lo apunta entre los que no estuvieron en la comida para decir palabra.

Josemari, Josemari, que sabiendo lo que iba a pasar  y porque es muy posible que  tengamos que rezar, y mucho, nos envió hace días en el WhatsApp la preciosa oración, para algunos olvidada, del Bendita sea tu pureza


Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan grandiosa belleza,
a Ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón,
míranos con compasión,
no nos dejes madre mía
y danos tu santa bendición
que la recibimos
en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
Amen.




Habernos recordado, tan oportunamente,  esta preciosa oración, hace que el Custodio haya incluido a Josemari  entre los veinte que no comimos el segundo jueves de marzo en el Club Mirasierra…y eso que al principio dijo que sí, luego insistió en que sí y al final que no, que no quería contagiar a alguien, a algún  compañero viejo y descuidado,  con el coronavirus…

Y Ramiro, tan valiente, que sí, que sí, que a mi no me da miedo…pero las doctas palabras de Lorenzo, la fiebre alta de Pedro y un susurro al oído de una señora que manda en su casa, hicieron que, aun estando ausente, el Custodio le cuente como presente en la no comida de este jueves.
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Al otro Pedro, al tesorero,  el Custodio le cuenta porque ¡qué inconsciente!, se pensaba que por tener una  silla de ruedas  lujosa,   su señora, la señora,  le había dado permiso para ir a la comida, ¡falsa  Ilusión!, para recibir dinero de todos, contarlo varias veces y pagar la cuenta.


El décimo conmilitón que no asistió a la comida es ese, el Custodio no recuerda quién, que se sabe el Bendita sea tu pureza con otra terminación  a la que reza Josemari, esa que dice:

Bendita 
sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón,
mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía
Amén



Santiago, ese que desde que se ha afincado en Oriente reza a todas horas y piensa quedarse en Indonesia hasta que pase el peligro, para el Custodio es presencia relevante y, con su dragón, en la mesa todo un señor.

Los tres Antonios lo han tenido claro, aunque no vendrán, el uno porque anda persiguiendo a Mariano en las dehesas salmantinas, el otro porque esta semana Burgos está muy lejos y el que queda porque se ha citado  con el notario.  Pero con estos tres ya tenemos  desde el doce hasta el catorce de los conmilitones que no se sentaron en la mesa del Club Mirasierra el segundo jueves de marzo de 2020.

Javier, sigue distraído hablando urdú, ya conoce bien el canarés y ha comenzado  a  manejarse en  hindi… ¡qué  gran conmilitón para que todos podamos  lucir!

César que del todo renovado ha regresado de sus mil viajes;  Gurri que ha vuelto de Suiza con mucho, mucho chocolate y Luis Fernando que necesita entrenar el cuerpo para asistir con salud a la Cruz de Mayo, ¡qué tíos! empeñados en ocupar asientos en la mesa de la no comida; son los  conmilitones  preferidos por el Custodio porque hasta la última hora del día previo a la comida seguían firmes en su propósito de comer el  segundo jueves de marzo de 2020 junto al resto de los conmilitones…

Y, ¿qué decir de José Luis? Sus palabras en el WhatsApp justifican del todo el por qué el Custodio ha sentado, presidiendo, en la mesa de los no asistentes a la comida a esta, la más Alta de las Esferas. Esas, sus palabras, las de José Luis,  dicen, lo estoy viendo compungido al escribir,  así: Me rindo. He recibido tantas presiones para suspender la comida de mañana que me he quedado sin argumentos para mantenerla. ¡QUEDA APLAZADA SINE DIE!

Y el Custodio hace el número 20 de los conmilitones que no nos sentamos en la mesa del comedor del Club Mirasierra porque el coronavirus lo ha impedido. Por primera vez en más de diez años,  con gran tristeza de todos, el segundo jueves del mes de  marzo de 2020 los conmilitones de la Promoción de Areneros 1961 no nos hemos reunido.

Y eso sin contar las ausencias, que para el Custodio en este día son también presencias: la de Fernando que, mucho mejor,  ya está en Marbella; la de Diego que dentro de cuatro días caminará sin apoyos muy deprisa  y  las de todos los compañeros que en este día, porque las cosas son como son, no nos hemos podido reunir para  celebrar nuestra comida del segundo jueves de cada  mes.


Nota:
Sin comida, de este jueves  no hay fotografías. Sin embargo el Custodio, que gusta lucirse, de entre las muchas que tiene guardadas, ha elegido para ilustrar esta entrada una en la que está muy bien, guapo y, sobre todo, por  joven casi un niño  , hecha, por supuesto, por  Gaspar.





 

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