viernes, 15 de noviembre de 2019

DE LA COMIDA DEL 14 DE NOVIEMBRE DE 2019


Tan relevante ha sido la comida del segundo jueves de noviembre de 2019 que este Custodio, dudando entre reseñar y dejar en el olvido algo de lo acaecido entre el 11 de octubre y el 14 de noviembre, para no cansar, ha optado por añadir nada a la crónica del Viaje a Burgos del mes pasado y aludir con brevedad al homenaje a Santiago, a ese al que ahora casi con razón llaman El Indonesio, que ha sido la comida del primer jueves de noviembre.

Durante cuatro horas, en la mesa redonda del comedor, a la izquierda de la que usamos habitualmente, en un día soleado, con el jardín al lado, diez conmilitones nos hemos sentado alrededor de Santiago para escuchar embebidos el relato apasionante de cómo el espíritu de aventura, el conocimiento, el trabajo y la reflexión  de nuestro compañero ha transformado en su cabeza y, sobre todo, en su corazón,  lo que al principio fue para él una idea de negocio, en un proyecto vital en el que prima el desafío de aportar trabajo, recursos y bienestar a los habitantes  de las hoy pobres islas del este de Indonesia.

Hemos  viajado con Santiago  a través del gran archipiélago de las 7500 islas, escuchado sus descripciones de las gentes, el paisaje y las costumbres en las grandes y en las pequeñas  Islas  Molucas, nos ha hecho sonreír cuando ha explicado con detalle  las bondades del  muy buen hotel local que comparte en Yakarta  con un grupo muy especial  de Papúes de Nueva Guinea, ha estado a punto de instalar en nuestros pensamientos la belleza de las tres primeras orientadoras turísticas que, como otros  muchos hombres y mujeres van a trabajar muy pronto en la estela de Santiago y, es importante recordarlo,  a partir de este día, en la mesa de los conmilitones, nuestro Indonesio, para estar siempre presente, ha puesto la imagen tridimensional de un varano de Komodo, que siendo en realidad una especia de lagarto  que tiene entre dos y tres metros y una  saliva muy  venenosa, es el símbolo del proyecto de Santiago en Indonesia.
Y se habló, como siempre que se habla de Proyectos, de viabilidad, de marketing, plazos operaciones, inversiones, tiempo y rentabilidades, de esas cosas de las que los conmilitones antes sabían y ahora casi han olvidado, pero que pueden recordar y ya lo están haciendo, para ver crecer y apoyar  desde lejos lo que está haciendo en las islas del lejano oriente Don Santiago, El Español en Indonesia y El Indonesio en España.



Y aquí, porque ya es mucho lo que está escrito, terminar recalcando que la comida del primer jueves de noviembre ha sido un gran  homenaje, el  merecido homenaje de los conmilitones a uno de los nuestros, a Don  Santiago Gil-Casares Armada



Y no es que el conmilitón que en el escudo de armas de su Familia tiene el  escrito " Si es gratis.... ¡¡ Cueste lo que cueste !!, haya hecho otra de las suyas, es que, aliado con las Altas Esferas, y con otros conmilitones, hasta ocho en total, ha ocupado, okupado sí, que se dice ahora, la mesa redonda de la esquina buena  del comedor, ha pasado dos horas largas riéndose unas veces a carcajadas y otras con disimulo, manteniendo siempre sobre la mesa el varano Komodo, del resto de los conmilitones, siete, que hubieron de sentarse solos, más solos que la una, en otra mesa redonda en el centro del comedor.


Que ¿de qué hablaron los de la mesa buena? Pues de lo que sabían:  de puras naderías; de la operación de  Fernando; de coches de ayer y de ahora, de gasolina, de gasoil, de unos que hoy usan gasoil y de otros que usaban gasógeno; de unos nuevos, híbridos, que resultan buenos aunque sean tan antinaturales como los mulos; y  de  los  eléctricos que ahora vienen y que, por o tener, ni tienen motor. Y mientras disfrutaban, hablaron todos de tecnología, ¡hasta el Mazarrasa! (que se sacó del bolsillo un mazo de folios llenos de prospectiva con los que dejó al resto del todo  epatados), y todo ello entreverado con miradas furtivas, no pocos gestitos y  bastantes sonrisitas, ¡nenazas! dirigidas a la otra mesa!


La otra mesa: siete, sí siete conmilitones, porque al Antonio de Burgos la nieve lo ha escondido,  bien avenidos, serios, educados, prudentes y bien preparados, han conversado  sobre el presente y el lejano pasado, sobre la cazadora de Ramiro, el viaje a Burgos, la jabalina de Valdés, lo de las dos mesas de hoy  que es cosa de las Altas Esferas, lo alto que era Guzmán, que hoy operan a Fernando, el traje de Tudela, y todo ello sin olvidar que  simultáneamente con lo anterior, Antonio, muy, pero que muy furioso, ha inventado un grito de guerra, ¡no a las dos mesas! y lo ha lanzado al aire  muchas, muchas veces; Gurri se ha levantado y ha ido hasta la otra  mesa y, para fastidiar, ha enseñado una tableta de chocolate suizo, la ha guardado  y, coreando el ¡no a las dos mesas!, ha vuelto a su sitio para ayudarnos a recordar; Ramiro ha dado varios gritos  a favor de una sola mesa y, para compensar, a favor de las dos mesas también; Eduardo  ha dicho que todo lo va a saber el Prelado, él se va  a chivar; lo que opinan los dos Javieres queda en privado y, para que se sepa, el Custodio no ha abierto la boca,  le ha gustado el lío y ha disfrutado…



En resumen, aunque ha sido una comida estupenda, el Custodio hace suyo el grito de Antonio, lo llevará al notario, ¡no a las dos mesas! La experiencia de las dos mesas parece que es mejor no continuarla, parece que todos,  hasta los que hoy se han sentado en la mesa buena, pensamos  es mejor estar todos juntos en una sola mesa aunque para enterarte de algo haya que estar muy atentos a la que salta.

Y, para terminar, decir que ha llegado al  Custodio,  un curioso rumor, en alemán, que no consigue desentrañar: al parecer uno o varios conmilitones, seguro ajenos a las Altas Esferas, está estudiando la posibilidad  de presentar en la última comida de este año o en la primera de 2020 un ajuste pequeño pero importante de los estatutos que rigen la convivencia de los conmilitones de Areneros 1961.

Por supuesto, las fotografías de esta entrada son, como siempre, de Gaspar.


Otras fotografías del  día 7 de noviembre





 Y las que quedan de la comida del segundo jueves de 2019
















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