sábado, 10 de noviembre de 2018

DE LA COMIDA DEL 8 DE NOVIEMBRE DE 2018

  






Si en la comida de octubre apuntaba el otoño,  en la de noviembre  hemos vivido la  proximidad del invierno: sopa bien caliente, alubias y cocido en el menú; chorizo del bueno que ha traído el marido de Inés  de Villanueva, había tanto que casi no se termina; un hermoso frasco con un líquido transparente, Santiago que lo ha traído de Indonesia dice que es aguardiente de palma, y  estaba bueno;  el mal tiempo, ese que produce tantas goteras, tiene castigados sin salir a la calle a varios conmilitones y de los quince presentes algunos estaban porque han escapado de sus casas, sin que se enterase nadie,  por las ventanas…

Sí, quince sentados alrededor de la mesa, Lorenzo dice que está en Galicia, Pedro sigue en California, Fernando en Marbella, Antonio en Burgos, el otro Antonio, de las orejas en Extremadura; Javier, sigue sin venir, en Zaragoza, y luego, igual de ausentes, los que están cuidándose las goteras.

Acaso porque los días felices no tienen historia, en la comida de hoy solo ha sido relevante el cuidado discurso del más asertivo de los conmilitones y muy probablemente de toda la promoción de 1961, en el que, en voz muy alta, casi a gritos, tuvo a bien confiarnos que, por el estado de sus goteras ha dado un paso importante en la organización de su tesorería: lo que haya tiene que durar hasta 2024 y un poco más por si acaso…

También, y sin que esto tenga importancia, durante un buen rato la conversación se ha centrado, cosa muy rara, en el  futbol y, dentro del tema, en el  Real Madrid: que si Ronaldo, que si Lopetegui, que si Ramos, que si la publicidad, que si el nuevo estadio, que si Florentino…Luis Ester resulta que es, en la mesa, el único florentinista confeso (Gaspar, aunque convencido, lo es inconfeso), y lo proclama…

¡Ah! Eduardo, aunque en voz   baja, también  ha lanzado  su proclama: el 13 de diciembre volverá a sentarse en esta mesa y, a los postres, se pondrá en pie, pedirá silencio, todos los conmilitones abrirán los  oídos y fijarán en él las miradas, pronunciará graves palabras y, sin duda alguna, con la satisfacción  de todos, será, además de felicitado, muy, muy, muy aplaudido…  

Y, antes de olvidarlo, decir que este Custodio, porque el mes pasado omitió relatarlo y sufrió por ello justificados reproches,  para refrescar su memoria, intentó, sin éxito,  que José Luis repitiera  la historia de cómo, al final de los años 80, viajando en un DC 9, entre Madrid y Zaragoza, vio arder uno de los dos motores, escuchó luego una explosión en el mismo o en el otro motor; vivió  el silencio absoluto en que se sumió todo el pasaje del avión y  sufrió el descenso, eterno, del DC 9,  planeando y planeando desde muy arriba en el cielo hasta  más abajo de las montañas que quedaban en el horizonte cercano,  en línea recta delante del aparato…recordó  José Luis,  el mes pasado, que su vecino de asiento, en pleno trance arrancó una hoja de una libreta, escribió algo en el papel, lo dobló y, con cuidado, se  lo colocó  en el bolsillo superior de su chaqueta…;y casi fue el final,  cuando estaban cerca de  chocar, aún no sabe por qué ni cómo, el avión remontó un poco y pasó,  rozando, ¡que susto!,  las montañas…Aterrizaron en Zaragoza, entre coches de bomberos, ambulancias, y muchas luces, moviéndose en las pistas a toda velocidad. Ya con el avión parado salieron las rampas y por ellas los pasajeros, entre ellos José Luis y el colega con el que viajaba, bajaron del avión…y, ¡qué tiempos aquellos!, nadie se les acercó, nadie les dijo nada y ellos, poco a poco, caminando, salieron del aeropuerto…¡a trabajar! Dice José Luis que, aunque tenía billete para volver en avión a Madrid, lo hizo en tren…

Para cerrar la crónica de la comida del segundo martes del mes de noviembre de 2018, decir que  en la sobremesa se tomaron varias decisiones que  aquí no incluimos  porque ninguna es importante.


Las fotografías que siguen, como siempre, son de Gaspar….









Añadir leyenda










Añadir leyenda





No hay comentarios:

Publicar un comentario