Tempus fugit, otra vez dentro, en el comedor, junto al gran
ventanal, los dieciséis comensales hemos visto volver al menú la sopa y el cocido, las patatas con almejas y
la panceta con huevos fritos, sí, panceta con huevos fritos y no huevos fritos
con panceta, y hemos estado todos muy atentos a la larga conversación que ha
llenado de luz un día del primer otoño.
Y tenía razón José Luis cuando en la convocatoria anunciaba
cosas importantes para este día: se ha hablado de viajes y de muchos destinos,
pero el que parece imponerse es Santander, por supuesto de la mano de Josemari (hoy estaba sembrado),
con Livinio (que no ha venido) y Santi También ha aparecido sobre la mesa lo mejor de la primavera argentina y la impresión que produce el ruido del
Perito Moreno cuando rompe el glaciar y octubre en Buenos Aires; lo de Indonesia por el momento
no atrae
a la gente y Gurri, sentado en una esquina junto a Luis Ester, explica que se ha terminado el chocolate y que, por
ello, dentro de unos días volverá a
Ginebra, que está en Suiza, para traer
más.
Pedro Oñorbe no para, ha organizado, con una empresa, una
universidad pía y el Colegio de Ing.
Industriales, ¡una gran carrera de
drones! y ¡nos invita!. El Custodio aprovecha y también invita a la
presentación de Julia, su novela, que
será dentro de unos días y afirma que, por supuesto, la no asistencia tiene excusa.
Gaspar vuelve a pedir, hoy ya a gritos, que alguien le
preste Las asíntotas de Dios, el
libro de Jesús Granell…y José Luis, añorando la tarima casi ha puesto en un
brete a todos los conmilitones con una pregunta: ¿Alguien sabe algo de Kirchhoff?
Un gran silencio, está claro que la pregunta es para los
ingenieros pero pocos se dan por
aludidos: Ni idea, ni lo sé ahora ni lo supe en la Escuela, ¡ese tío era un
ruso loco!, casi grita Eduardo; ¡eso tiene algo que ver con la carga de circuitos eléctricos!, insinúa bajito Santi, que
algo recuerda…
Satisfecho, José Luis
observa triunfante cómo todos los
conmilitones rumian en silencio buscando en el fondo de la memoria alguna respuesta … hasta que Javier, el primo, como distraído comenta: las leyes de Kirchhoff son dos, la primera de nodos y la segunda de lazos… la primera dice que en cualquier nodo la suma de las corrientes que entran en ese
nodo es igual a la suma de las corrientes que salen y la suma de las corrientes que pasan por el
nodo es cero; y la segunda ley dice que en
un lazo cerrado, la suma de…
Y el Custodio, con orgullo,
deja de escuchar y piensa: ¡Qué gusto, qué listos son mis compañeros!
¿Cambios importantes en
octubre? Pues sí, Lorenzo ha venido elegantísimo,
corbata de seda sobre camisa blanca y
traje, como la barba, gris;
Javier, el buen padre y gran abuelo, no
lo puede negar, parece compartir
antepasado con Valle Inclán; Santiago hoy no ha venido porque tenía que comer en Yakarta, Fernando sigue en Marbella, Pedro el Joven se ha
marchado a California, seguimos a la espera de Asís Gamazo y de Javier Navarro y, todos los demás,
como siempre, igual.
Hoy las fotografías
no son de Gaspar (solo las ha retocado), se ha dejado la cámara y el teléfono
en alguna parte; las que a continuación aparecen son obra de Antonio Urive y de José Luis que, ¡cómo se las arreglan!, todo lo hacen bien.
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