viernes, 13 de enero de 2017

COMIDA DEL DÍA 12 DE ENERO DE 2017



El jueves 12 de enero, segundo jueves del año 2017, nos hemos reunido 22, sí 22 conmilitones para celebrar la comida de la Promoción de 1961 del Colegio de Areneros.

El sol y el frío han hecho de  hoy uno de esos días preciosos del invierno de Madrid en que la pureza del ambiente se ha trasladado  al espíritu de los amigos, con el ánimo limpio, hemos compartido la alegría, como muy bien ha dicho Livinio,  de querernos y estar juntos.

Ha sido una comida larga, tranquila y tan llena de satisfacciones que, por completa, se contará entre las que más placenteras de mucho tiempo.

Antonio ha venido de Burgos para estar con todos, Gaspar ha leído su crónica del día de Reyes (incluida en la entrada que sigue a esta) y ha visto desaparecer la última gota del aguardiente especial Areneros que le hacen en el pueblo; José Luis, que  ha recibido felicitaciones sin cuento por haber creado el Chat de los Conmilitones, generosamente ha compartido con todos decisiones y éxitos. Josemari, inquieto,  quiere que Luis vuelva a escribir versos; Lorenzo, Javier, César, Santi, Luis Fernando, Antonio, Carlos, nos han alegrado con sus palabras.

Alguien, solo uno en la mesa es capaz de hacerlo, ha hecho al resto una pregunta: -Pero vamos, decidme,  ¡quiero saberlo! ¿Quién de vosotros, además de mujer, tiene amante o querida,  como se decía antes? ¡El que la tenga que levante la mano inmediatamente!-.

Uno, muy decidido,  levantó la mano, pero enseguida,  otro le dijo: - ¡que no, que te conozco, baja la mano,  que tú no tienes amante! Y alguien,  tembloroso,  recordó a todos  que esas cosas es mejor no mencionarlas, las paredes oyen y es mejor evitar disgustos en casa; y, ya sabéis quien,  destrozó al grupo con estas palabras: -Cántabro de Pro, tu sueñas, aquí de esas cosas, ni con viagra!

Dejo para terminar esta reseña,  la sentida y muy elocuente intervención de Santiago GC  que,  apoyado en Antonio U, a pie firme los dos, planteó, en una declaración muy institucional, cambios para optimizar, más aún, las sobremesas de los conmilitones. Sus palabras  fueron muy aplaudidas, apoyadas por todos y, lo comprobaremos en febrero, unanimente aceptadas .

La sobremesa fue tan larga que  cuando pasadas las seis de la tarde este custodio, feliz y  muy satisfecho,  abandonó el lugar porque no tuvo más remedio,  dejó a un grupo grande todavía hablando en la sala.

Nota: Gurri repartió unos magníficos chocolates que fueron, como siempre, muy agradecidos.

A continuación una fotografía muestra  a algunos de los conmilitones escuchando, con profundo interés y absoluta atención,  la valiente intervención de Santiago:



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