sábado, 11 de octubre de 2025

DE LA COMIDA DEL JUEVES 9 DE OCTUBRE DE 2025


En un luminoso y templado día que nos regala la inmensa belleza del otoño madrileño, en el acogedor comedor del Club Mirasierra, nueve conmilitones de Areneros 1961, Javier, Pedro, Gaspar, Ignacio, Antonio ¡vino desde Burgos!, Josemari, Antonio O, César  y este custodio, nos reunimos, cumpliendo fielmente con la cita del segundo jueves del mes. Y, hay que resaltarlo, a pesar de que los años se notan y las ausencias definitivas flotan en el ambiente, el ánimo fue excelente.

La mesa, como es costumbre, se convirtió en el escenario perfecto para una conversación tranquila, fluida y, a ratos, profunda. Fue un encuentro donde se mezclaron los recuerdos más entrañables con los planes de futuro y las reflexiones sobre el presente.

Javier, recién aterrizado de su periplo por la Ciudad Eterna, relató con visible satisfacción, su viaje a Roma y, lo más importante, el emotivo encuentro con nuestro querido compañero Fernando

Luego, alguien trajo a colación el vídeo que Josemari había enviado al WhatsApp, una joya con escenas  típicas en nuestra niñez y primera juventud. La visión de aquel pasado despertó un coro de comentarios más o menos  agridulces: "¡qué mal vivía la gente entonces!", se escuchó, a lo que otro replicó: "pero ¡qué felices éramos!", una reflexión que nos llevó a valorar las ventajas y sinsabores de la vida actual.

Pedro, inasequible al desaliento y siempre con  rigor de conferenciante y coleccionista, nos deleitó con su habitual disertación sobre sellos y monedas. Sin embargo, no se quedó en la numismática; con gran énfasis, volviendo al pasado, nos recordó lo en todo sucio  que es, según su experiencia, el negocio de las basuras,

Y, la mirada se dirigió al futuro y a los planes que nos unen. Se confirmó la intención de viajar a Medina del Campo en noviembre para asistir al importante Congreso de la Hispanidad. Las Altas Esferas, hoy camino de Andalucía, se encargarán, cómo no, de la organización, con la idea de que esta expedición reviva el éxito de los recordados viajes a Córdoba y Burgos.

Por su parte, Josemari y su primo Antonio, compartieron un proyecto más personal: su inminente desplazamiento a Los Corrales de Buelna, ese lugar de Cantabria tan lleno de casonas, palacios y, sobre todo, de historia, para asistir al centenario de la preciosa iglesia que fundó su bisabuela. Un gesto que subraya el valor de las raíces y la familia.

Este último tema, el de la familia, fue inevitablemente el centro de una de las reflexiones más sentidas de la tarde. A nuestra edad  todos sabemos del valor de la estirpe, de la esposa, los hijos y los nietos, que se imponen como la única verdad duradera.

Ah, también se abordó la creciente presencia de la Inteligencia Artificial en la sociedad, y, aquí,  el custodio,  bromeó sentenciando que la crónica de la comida de la  comida de hoy día la escribirían conjuntamente Chat GPT y Gemini y que, casi seguro, no habría diferencias significativas con la que que él hubiera escrito sin ayuda de la Inteligencia Artificial; a esto los comentarios  fueron un coro de dudas, ironías y sabias advertencias sobre los peligros de delegar un trabajo y perder el puesto.

Gaspar, con su cámara siempre lista, se encargó de las fotografías, dejando constancia gráfica del encuentro. Sus habituales ocurrencias y chascarrillos se esparcieron por la mesa, contribuyendo decisivamente a que la alegría no decayera.

No pudieron faltar los recuerdos para quienes hoy no han venido: Ramiro, sigue en el sur; Antonio, el obispo, cuya salud, mejora; y Fernando, recuperado, hoy en camino, volviendo a Madrid; hablamos de Eduardo, por ahí intentando hablar búlgaro,  Jorge, que sigue en el hospital, y de los otros que están mal; bueno, y, también, recordamos a los que ya están en el más allá.

Y, en resumen, la comida, entre risas, anécdotas, planes, recuerdos y tragos del aguardiente, bueno y muy  frio, que ha traído Ignacio, transcurrió en un jueves otoñal, y ha sido  jornada más donde la amistad se impuso al paso del tiempo y a todo mal.

Con esto basta y sobra, pues el custodio escribe despacio y los conmilitones leen con prisa. Hasta la próxima, si Dios quiere.


 

































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    Notas:

    • Las fotografías, incluidas las de la sala virtual, son de Gaspar
    • Esta crónica es, en un 95%, obra de Chat GPT y Gemini















jueves, 11 de septiembre de 2025

DE LA COMIDA DEL JUEVES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2025

 

En un luminoso y templado día que anuncia la llegada del precioso otoño de Madrid, en el comedor de verano del Club Mirasierra, ¡lleno de mujeres comiendo y hablando sin parar!, a pesar de las ausencias definitivas y de las goteras que nos aquejan, aunque lejos de los 15 habituales en los septiembres de años atrás, este año 9 conmilitones de Areneros 1961, uno más que en 2024, nos hemos reunido para celebrar el comienzo del curso 2025 – 2026, con nuestra comida mensual.

Y, quizá porque el verano nos ha regalado fuerzas renovadas, la comida de hoy ha sido, además de entrañable y placentera, ¡ni una mala noticia!, ocasión perfecta para hablar de más cosas y  hacer planes, ¡planes!, para el próximo  futuro.

Pedro, el tesorero, superado un goterón, prepara ya nuevas conferencias, ¡es incansable!, sobre monedas romanas, el real de a ocho, sellos de todas partes y eso de investigar con  drones cambios en las corrientes marinas.

Josemari, hoy a instancias de Antonio, ha recordado, encantado, algunas aventuras de juventud, que todos hemos escuchado como si fueran nuevas.

Pedro el joven, a instancias de Gurri, a puesto en común sus experiencias, la última muy reciente, en los cruceros del Rin.

José Luis nos ha puesto al día sobre los progresos, ¡lo de las últimas elecciones no es nada!, de Milei en Argentina y su ejemplo para quienes detestamos, somos muchos, el colectivismo igualitario y la filosofía woke.

Ignacio, creo que ha sido Ignacio o, acaso Gurri, ha compartido interioridades, ¡tiene información de primera mano!,  de lo sucedido estos días en La Vuelta ciclista a España y la prepotencia de los amigos norteños  de los terroristas de Hamas

Y, ahora los planes: Santiago, que, junto a este custodio, piensa asistir al II Congreso Internacional para la reunificación de la Hispanidad, que se celebrará el próximo mes de noviembre en Medina del Campo, ofreció detallada información sobre este importante evento,  y varios de los conmilitones, encabezados por las Altas Esferas, Pedro el joven, Josemari y su primo, inmediatamente propusieron, además de participar en el congreso, hacer de la ocasión un viaje en común, este a la ciudad de Isabel I de Castilla, similar a los organizados por Luis Fernando a Córdoba y Antonio a Burgos. Y, como es normal, se acordó publicar el hecho y animar a los conmilitones ausentes a incorporarse al proyecto.

Bueno, como siempre, hubo más, mucho y bueno, en la comida de este jueves, el primero del nuevo curso; pero, porque al custodio le cuesta bastante escribir y es un tormento para los conmilitones leer más de una pagina, esta crónica, sin más, termina aquí.


Nota: las fotografías de la comida son de las Altas Esferas, el resto, las de la sala virtual de Fernando, son de Gaspar.





















jueves, 14 de agosto de 2025

DE LA COMIDA DEL JUEVES 14 DE AGOSTO DE 2025


En plena canícula, bajo el nuevo techo de  polvo de agua recién instalado, ¡ha pasado todas las pruebas!, en el espacio vacío del otrora concurrido comedor de verano del Club Mirasierra, en este jueves 14 de agosto de 2025, cuatro conmilitones, ¡los más listos y guapos!,  hemos disfrutado del mayor placer que la vida puede conceder a sus elegidos: lucir las medallas, presumir de nietos, hablar de enfermedades, criticar a los curas y, ¡esto es lo mejor!, poner a caldo a los compañeros ausentes.

Y sí, medallas nos pusimos todas, ¡hasta las del premio de catecismo!; nuestros nietos, ¡ah nuestros nietos!, no necesitan abuelas, ya nos tienen a nosotros;  de lo dicho de los curas, mejor callar, la boca del Gurri ya está negra y puede empeorar.

De los otros, algunos ejemplos:  el Gaspi, ¡qué manazas con las letras!; el Fernando, ¡ni en Marbella deja de controlar!; el Josemari, ¡qué tío!, bla, bla, bla; el obispo, bueno, del obispo, pues eso, que es obispo y va para cardenal; de los otros Antonio…para qué contar; de los demás, no olvidamos a ninguno, las Altas Esferas dieron el permiso y, abierta la veda, el Gurri, el Ramiro y el custodio los pusieron, incluyendo al Jorge y sin olvidar al alemán, a caer de un burro.

Y, para terminar la crónica de esta memorable comida, por eso de fastidiar, ¡envidiosos!,  los cuatro conmilitones que hemos asistido lo hemos pasado mejor que nunca y hecho lo que nos ha dado la gana: hemos incumplido todas las normas, hemos comimos más de la cuenta, hemos mentido sin tasa, hemos criticado sin pausa; hemos fumado puros, hemos presumido más que pavos y hemos bebido vino además de agua; vamos, que lo hemos pasado mejor que en el cine y mucho mejor que el resto de los conmilitones, esos que hoy se han quedado, obedeciendo a la mujer, en casa.   

Ah, casi lo olvido: felices vacaciones a todos, y, eso sí, con prudencia y tranquilidad.

Nota: la fotografía de la comida la ha hecho no se sabe quién, el resto, las de la sala virtual de Fernando, ¡hoy ha estado muy, muy concurrida!, se nota, son de Gaspar.
















domingo, 13 de julio de 2025

DE LA COMIDA DEL JUEVES 10 DE JULIO DE 2025


En el calor abrasador del jueves 10 de julio de 2025, en el comedor de verano del Club Mirasierra, cinco conmilitones de Areneros 1961, Pedro, Antonio, Ignacio, José Luis y este custodio, nos hemos reunido para celebrar nuestra comida mensual y, haciendo tiempo para acudir, por la tarde, al funeral de Javier Herrero, recordar con inmenso cariño a los compañeros que ya están en el cielo.

Y no, aunque la conversación, fluida y deliciosa, en la comida y en la larga sobremesa, estuvo llena de interés por su contenido, en gran parte reflexiones y recuerdos guardados hasta ahora en la intimidad de los cinco asistentes, hoy no reflejaremos nada en la crónica de una comida que ha sido también muy dura y cargada de emoción.

Por ello, este custodio, con el permiso expreso de las Altas Esferas, se permite guardar para sí, cual valiosos secretos y dejar a la imaginación de los ausentes las confidencias, no pocas increíbles, compartidas en el calor tórrido de este verano en Madrid.

Y, para terminar, dejar constancia de la celebración, emocionante, del funeral de Javier, que descansa ya junto a nuestros mejores compañeros.

 

Nota: las fotografías de la comida son de Pedro el Joven y las de la reunión virtual de Gaspar.