En un luminoso y templado día que
anuncia la llegada del precioso otoño de Madrid, en el comedor de verano del
Club Mirasierra, ¡lleno de mujeres comiendo y hablando sin parar!, a pesar de
las ausencias definitivas y de las goteras que nos aquejan, aunque lejos de los
15 habituales en los septiembres de años atrás, este año 9 conmilitones de
Areneros 1961, uno más que en 2024, nos hemos reunido para celebrar el comienzo
del curso 2025 – 2026, con nuestra comida mensual.
Y, quizá porque el verano nos ha
regalado fuerzas renovadas, la comida de hoy ha sido, además de entrañable y
placentera, ¡ni una mala noticia!, ocasión perfecta para hablar de más cosas
y hacer planes, ¡planes!, para el
próximo futuro.
Pedro, el tesorero, superado un goterón,
prepara ya nuevas conferencias, ¡es incansable!, sobre monedas romanas, el real
de a ocho, sellos de todas partes y eso de investigar con drones cambios en las corrientes marinas.
Josemari, hoy a instancias de Antonio,
ha recordado, encantado, algunas aventuras de juventud, que todos hemos
escuchado como si fueran nuevas.
Pedro el joven, a instancias de Gurri, a
puesto en común sus experiencias, la última muy reciente, en los cruceros del
Rin.
José Luis nos ha puesto al día sobre los
progresos, ¡lo de las últimas elecciones no es nada!, de Milei en Argentina y
su ejemplo para quienes detestamos, somos muchos, el colectivismo igualitario y
la filosofía woke.
Ignacio, creo que ha sido Ignacio o,
acaso Gurri, ha compartido interioridades, ¡tiene información de primera mano!,
de lo sucedido estos días en La Vuelta
ciclista a España y la prepotencia de los amigos norteños de los terroristas de Hamas
Y, ahora los planes: Santiago, que,
junto a este custodio, piensa asistir al II Congreso Internacional para la
reunificación de la Hispanidad, que se celebrará el próximo mes de noviembre en
Medina del Campo, ofreció detallada información sobre este importante evento, y varios de los conmilitones, encabezados por
las Altas Esferas, Pedro el joven, Josemari y su primo, inmediatamente
propusieron, además de participar en el congreso, hacer de la ocasión un viaje
en común, este a la ciudad de Isabel I de Castilla, similar a los organizados
por Luis Fernando a Córdoba y Antonio a Burgos. Y, como es normal, se acordó
publicar el hecho y animar a los conmilitones ausentes a incorporarse al
proyecto.
Bueno, como siempre, hubo más, mucho y
bueno, en la comida de este jueves, el primero del nuevo curso; pero, porque al
custodio le cuesta bastante escribir y es un tormento para los conmilitones
leer más de una pagina, esta crónica, sin más, termina aquí.
Nota: las fotografías de la comida son de las Altas Esferas, el resto, las de la sala virtual de Fernando, son de Gaspar.