domingo, 16 de febrero de 2025

DE LA COMIDA DEL JUEVES 13 DE FEBRERO DE 2025


Los días felices no tienen historia; por ello se puede escribir muy poco sobre la deliciosa comida que 15 conmilitones de Areneros 61 hemos celebrado en este luminoso segundo jueves de febrero, alrededor de una mesa cuadrada, la única ocupada, en el comedor grande del Club Mirasierra,

Así pues, y haciendo un gran esfuerzo, solo se recogen en esta crónica algunos, pocos, retazos de los múltiples temas tratados  por los conmilitones. 

Para comenzar, alguien sacó a colación las imágenes, en el chat del WhatsApp, de la visita del Generalísimo, en ¡1974!, nosotros teníamos 20 años, a Bilbao: calles llenas a rebosar, grandes aplausos, y gritos de amor al Caudillo. Vamos, ¡la Memoria Histórica!

Enseguida, otro alguien, porque  entones, viajando desde Madrid, antes de llegar a Bilbao era frecuente parar a comer, se habló de las bondades de El Vallés para disfrutar placer. Y claro, porque una cosa lleva a la otra, Antonio, ¡el venido de Burgos!, ante el ansia insatisfecha de tener un nieto expresada por ¡ya sabéis quién!, muy serio, con gran fe, aconsejó al susodicho una devota visita a Santa Casilda, la hija cristiana del sultán de Toledo, en su santuario en Salinillas, cerca de Briviesca, en plena Bureba.

Y  claro, por aquello de los milagros, también se habló de lo terriblemente bajos que son ahora los sueldos en España, lo difícil que es vivir para mucha gente, y la esperanza o la locura que son, para unos, Milei, Bukele o Trump, y, para otros, el doctor Sánchez y sus, ¡resabiadas y vestiditas!, ministras.

Y, otro, este sí,  gran milagro: entre el primero y el segundo plato, nadie sabe por qué, en la mesa, se hizo un silencio, largo y atronador; un silencio tan extraño, agresivo y sorprendente, del que todavía, pasadas muchas horas nadie tiene explicación.

Más tarde, o entre medias, para compensar el susto terrible del silencio anterior, se dijeron y escucharon muchas otras cosas:  qué, si el Papa cree en Dios; qué ¡pobre Fernando!, en Roma; qué el salmón bien marinado está mejor que el ahumado; que el Funga está fastidiado; que el obispo hoy está de sínodo; que al menos tenemos en el grupo a dos descreídos; qué ya nadie sueña en desobedecer a su mujer; qué la media de pastillas diarias, entre los conmilitones, este mes ha subido entre dos y tres; qué si la Inteligencia Artificial no es inteligencia; qué el rey don Juan Carlos fue un magnífico rey; qué, qué, qué…

Y, hay que terminar crónica, solo añadir que, en esta comida, feliz y sin historia, hubo otras cosas que, por pereza ¡y prudencia!, el custodio, salvo recordar los buenos chascarrillos de Gaspar, las lecciones sobre vinos de Ignacio, los intentos vanos de Josemari tratando de explicar, por enésima vez, todos sabemos qué; y los buenos chocolates, ¡Gurri, Fernando!, a tutiplén; y que  hubo varias partidas de mús,  prefiere callar.


Notas: 

  • Las fotografías, tanto de la comida como de las reuniones en la sala virtual, como siempre, son de Gaspar.
  • El custodio, reparando un olvido de 14 años, ha subido al blog de las Bodas de Oro, http://areneros19612011.blogspot.com.es/, ¡tiene visitas!, las fotografías de los actos de aquellos días. 








































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