Javier Navarro Ruiz, el Príncipe del Colegio, el más brillante, capaz y bueno entre nuestros compañeros, hoy, en Zaragoza, ha muerto.
De los grandes logros de Javier en una vida llena, porque todos los conocemos, aquí diremos nada, no vale la pena, al final solo importa que fue, siempre, un hombre bueno.
Y, acompañando en el sentimiento a sus hijos, Carolina y Javier, y a toda su familia, porque no hay palabras para expresar la tristeza que ha cubierto nuestros corazones, con la memoria llena de recuerdos, todos a una, sus compañeros, siendo viejos, volvemos, como cuando éramos niños, a elevar los ojos al Cielo, llenos de confianza y amor, implorando para Javier lo mejor en el descanso eterno.
