viernes, 20 de octubre de 2017

COMIDA DEL JUEVES 19 DE OCTUBRE




Luego de unas semanas en que el WhatsApp ha sido expresión de la muy preocupada atención que todos los compañeros tenemos y sufrimos por los disparatados acontecimientos que están  llenando la vida de Cataluña y del resto de España y que para mal han soslayado  el día a día de los conmilitones, la comida de hoy, para este Custodio  se prometía casi un funeral.

Sin embargo, los colores preciosos del incipiente otoño de Madrid y el ambiente de amistad y compañerismo  muy pronto han llenado  el ambiente y animado el alma de los  conmilitones que han acudido hoy a la  cita, retrasada una semana, de este, ¡cómo corren los meses!  octubre de 2017.

La conversación animada: Josemari, muy serio, recordó a todos la magnitud de su juvenil, antigua ya algo  atenuada hombría; Santi, para orgullo de Luis Fernando, hizo un canto a los Patios de Córdoba; alguien glosó las venturas que  ayer, hoy y mañana Antonio y su notario están viviendo de Colombia; Lorenzo, con barba, habló de maletas, aeropuertos extranjeros con tanta pasión que trajo a la memoria de todos las mejores y peores experiencias de mil viajes olvidados; Pedro comentó el éxito de su conferencia sobre drones submarinos y el otro Pedro, desde California nos recordó qué es eso de tener una nieta y, al igual que Livinio, aseguró que estará en noviembre sentado en nuestra mesa.

Se obviaron en lo posible las enfermedades y el resto de  malas noticias que, ¡que lo vamos a hacer! ¡son los años!, son el pan nuestro de todos los días.

Hubo una decisión importante: en noviembre una comisión de conmilitones, encabezada por Luis Fernando, participará en  la comida que, en honor de Blas de Lezo, tendrá lugar en la  Bodega el Recodo en Esguevillas de Esgueva.

Y, finalmente,  por supuesto, como era obligado, después de muchas  protestas por el olvido de Gaspar que se dejó en casa su aguardiente especial, se escucharon muy  sabias y elogiosas críticas a Julia, para satisfacción del  Custodio.

Ah, en la sucursal que los conmilitones tienen en Marbella, a la misma hora que en Madrid y tratando los mismos temas, comieron Antonio y Diego, los dos y también Santi que sigue en el destierro, dicen que en noviembre estarán de nuevo, con todos, en la misma mesa.

Como siempre, ha sido un maravilloso placer  estar juntos los compañeros del colegio.

Para recuerdo del día, unas  fotografías, pocas y  malas,  porque Gaspar, junto al aguardiente olvidó su cámara





























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