Luego de unas semanas en que el WhatsApp ha sido
expresión de la muy preocupada atención que todos los compañeros tenemos y
sufrimos por los disparatados acontecimientos que están llenando la vida de Cataluña y del resto de
España y que para mal han soslayado el
día a día de los conmilitones, la comida de hoy, para este Custodio se prometía casi un funeral.
Sin embargo, los colores preciosos del incipiente otoño
de Madrid y el ambiente de amistad y compañerismo muy pronto han llenado el ambiente y animado el alma de los conmilitones que han acudido hoy a la cita, retrasada una semana, de este, ¡cómo corren
los meses! octubre de 2017.
La conversación animada: Josemari, muy serio, recordó a
todos la magnitud de su juvenil, antigua ya algo atenuada hombría; Santi, para orgullo de Luis
Fernando, hizo un canto a los Patios de Córdoba; alguien glosó las venturas que
ayer, hoy y mañana Antonio y su notario están
viviendo de Colombia; Lorenzo, con barba, habló de maletas, aeropuertos
extranjeros con tanta pasión que trajo a la memoria de todos las mejores y
peores experiencias de mil viajes olvidados; Pedro comentó el éxito de su conferencia
sobre drones submarinos y el otro Pedro, desde California nos recordó qué es
eso de tener una nieta y, al igual que Livinio, aseguró que estará en noviembre
sentado en nuestra mesa.
Se obviaron en lo posible las enfermedades y el resto de malas noticias que, ¡que lo vamos a hacer!
¡son los años!, son el pan nuestro de todos los días.
Hubo una decisión importante: en noviembre una comisión de
conmilitones, encabezada por Luis Fernando, participará en la comida que, en honor de Blas de Lezo,
tendrá lugar en la Bodega el Recodo en
Esguevillas de Esgueva.
Y, finalmente, por
supuesto, como era obligado, después de muchas protestas por el olvido de Gaspar que se dejó
en casa su aguardiente especial, se escucharon muy sabias y elogiosas críticas a Julia, para satisfacción del Custodio.
Ah, en la sucursal que los conmilitones tienen en
Marbella, a la misma hora que en Madrid y tratando los mismos temas, comieron
Antonio y Diego, los dos y también Santi que sigue en el destierro, dicen que
en noviembre estarán de nuevo, con todos, en la misma mesa.
Como siempre, ha sido un maravilloso placer estar juntos los compañeros del colegio.
Para recuerdo del día, unas fotografías, pocas y malas, porque Gaspar, junto al aguardiente olvidó su
cámara
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