viernes, 11 de noviembre de 2016

EL JUEVES 10 DE NOVIEMBRE HEMOS COMIDO JUNTOS Y UNIDOS




José Luis, nuestro mensajero, nos convocó  recordando con  Samaniego que:

Micifuz y Zapirón
se comieron un capón
en un asador metido.
Después de haberle lamido
Trataron en conferencia
Si obrarían con prudencia
En comerse el asador.
-¿Le comieron?. – No señor,
Era caso de conciencia-

Hoy la comida, celebrada en un ambiente especialmente cordial,  ha estado presidida por  la memoria de Ricardo Martín Lucas, nuestro compañero que sigue con nosotros  aunque el martes  murió para subir al Cielo.

Los dos Santiagos  presentes, el tercero sigue perdido en El Sur, no se dirá cómo, recabaron y mantuvieron con gran inspiración,  por tres veces  la atención de los conmilitones durante muchos minutos seguidos, al principio, en el medio y al final de la comida.

Todo estuvo tan bien que cuando  se terminaron los lenguados,  flan  y el melón, nadie se quejó,  y solo  cuando  se acabaron  los aguardientes, primero era  muy  bueno,  se produjo casi un dramón.

Claro que no todo fue evasión, cierto que no, Gaspar Blein Sánchez de León nos llamó al orden,  recabó silencio, nos recogió y así habló:

Cuando la pena nos alcanza por un hermano perdido. Cuando el adiós dolorido busca en la Fe su Esperanza. En Tu palabra confiamos, con la certeza que Tú ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la Luz ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la Luz.”

Y dirigiéndose a Ricardo, prosiguió:”Ricardo, tengo la certeza que desde el Cielo, con tu mano llena de poesía vas a escribir y a dedicarnos los mejores versos, sean sonetos u otras rimas.

Me he quedado con las ganas de oírte la continuación de los “Estatutos de la Fundación sin ánimo de hurto”; pero no dudo que vas a inspirar a Josemari y a Pedro Noelle  para que sean ellos quienes continúen con tan bonita labor. No te olvides de llevar también de la mano a Luis Ester, Carlos Fernández-Prida, José Luís Mingo y a cualquier otro poeta que se anime.

Por cierto, ahora que he mencionado a Pedro Noelle, la propuesta que desde Allí Arriba me has hecho llegar (o al menos así lo he interpretado yo) para que perdonemos su escandalosa juventud y rehabilitándole vuelva a formar parte de pleno derecho de los “Conmilitones de Areneros 1961” te prometo que va a ser aprobada por aclamación. Ni él ni tú os merecéis otra cosa.

Desde aquí recordamos con nostalgia tu protagonismo con los equipos de balonmano y atletismo de Areneros de aquellos años. Supongo que ambas actividades  celestiales te dejarán tiempo suficiente para la poesía y la música. Los Conmilitones lo vamos a echar de menos. Tampoco me puedo olvidar de las múltiples anécdotas que salpicaron tu brillante quehacer profesional por Sudamérica, Portugal y otros pagos.

Ricardo, amigo, siempre conservaremos para ti un lugar preeminente en nuestros corazones. ¡Ah! Y cuando veas a Pablo Satrústegui, a José Luis Sanz Garnica, a Juan Mª Arenas, a Jesús Granell o a cualquier otro conmilitón, no os olvidéis de velar por nosotros.

Descansa en paz.”

Y ahora para cerrar la crónica de la comida de ayer, el Custodio está obligado a decir que, acaso por la tristeza de la pérdida tan reciente de Ricardo, las cercanas de tantos  compañeros y el afecto que nos une,  la reunión de este segundo jueves ha sido, una vez más,  extraordinaria.

Nota:
Fueron tantos,  tan valiosos y  tan secretos,  los recuerdos que se pusieron sobre la mesa que, para evitar problemas,  los  conmilitones  presentes, salvo el que  esto escribe, se  comprometieron  a  guardar  silencio.  

  Pedro, Santi, Gaspar y Gurri

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