De todos es sabido que los conmilitones que asistimos a las comidas
de la promoción estamos obligados, es norma no escrita, a confirmar la
asistencia o no asistencia a cada una de ellas.
Pues bien, el responsable y receptor de
las confirmaciones, Don José Luis, nos informa, en un correo especial, sobre el extraño hecho acaecido en con ocasión
de la comida del día 29 de octubre en El Punta. La comunicación dice así:
Uno de los comensales que ayer acudió a El Puntal, tuvo la ocurrencia de
excusarse por haberse retrasado en confirmar su presencia, o ausencia, al
evento.
Y además lo hizo en plan poético.
Sé que es muy modesto y no quiere que se sepa su nombre. Para ello usa
seudónimo que claramente esconde su identidad. Respeto sus deseos aunque me
cuesta no dar a la publicidad su buen hacer, tanto por considerado como por su
calidad poética.
Ésta es su excusa:
Confieso que está muy mal
la tardanza en confirmar
mi presencia en El Puntal
Arrepentido, contrito,
carne roja comeré
salchichas y cuchifrito
Solicito, pues, el alta
en este querido evento
y al Oñorbe pagaré
sin exigirle descuento.
(Ricardo Torquemada Menguele)
Por lo
demás, la comida muy bien. Livinio es un gran anfitrión,
Asistimos docena y media de conmilitones, los
aperitivos correctos, el cocido montañés
excelente, el vino bien elegido, el postre suficiente, el café óptimo, el servicio, por bueno inusual y el
entorno propio para la ocasión.
Como
siempre, el ambiente placentero, la conversación tranquila, la amistad
reforzada y la despedida, una vez más, con el “hasta el 2º jueves”.
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