Ayer, 10 de septiembre, los conmilitones de la Promoción de 1961 del Colegio de Areneros, nos reunimos para celebrar la apertura del curso 2015 – 2016 y, acaso por la importancia
del evento, cuánto sucedió en ella fue
relevante.
El acto, se abrió con un emotivo homenaje a José Ignacio González Pérez, Naso, el hombre
bueno, el gran arquitecto, el
extraordinario artista, nuestro compañero,
fallecido el pasado 23 de julio. Gaspar Blein, con sentidas palabras nos unió a todos en lo mejor y más
hermoso de la vida, tan llena, de Naso, que siempre estará viva en nuestro recuerdo, en las memorias todas de sus compañeros de la Promoción de
1961 del Colegio de Areneros.
Más tarde, Josemari, ya sabéis, el del apellido innombrable por ilustre, impostada la voz, leyó, dirigidos a Torquemada
y sus silencios, estos doce versos:
Nuestro
vate Ricardo está callado.
Está
callado el tío. Reconcentrado.
Lo que
estará tramando el muy taimado,
me tiene
preocupado y acongojado.
Cuando
no dice nada y está silente,
trabajando
a destajo su aguda mente,
que tiene
más peligro que una serpiente,
me entra
una gran flojera. No soy valiente.
Que
Dios coja confeso al que Ricardo
le dedique
sus rimas, que son de encargo.
Y todo lo que suelte va a ser amargo.
Y yo,
por si me toca, cojo y me largo.
Concluyó, el de
apellido innombrable, anunciando
satisfecho el éxito de la novela de José Luis Mingo, Por amor y desamor, en recuerdo de María, que luego fue ampliamente comentado y celebrado como propio
por todos los conmilitones.
Hubo más temas, algunos relevantes, pero, porque el
espacio está lleno y el tiempo corto, solo decir que, por primera vez
asistieron a la Comida de los Segundos Jueves los hermanos Arroyo, Javier y Miguel, que
prometieron, por haberlo pasado muy bien, volver.
Nota:
La comida, incluidos postre y vino, fue excelente.
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