martes, 1 de octubre de 2013

COSAS QUE SE DEBE SABER SOBRE LOS JESUITAS



Con fecha de hoy, 1 de octubre de 2013, Javier Herrero me hace llegar un correo electrónico  en el que reenvía otro de José María Larrú  y que contiene un texto que acaso os agrade leer.  

Publicamos  esta entrada porque  en ella,  aunque anónima,  se resume y refleja bien lo que todos nosotros sabemos  (y  de una u otra manera compartimos)  sobre  los Jesuitas y  el devenir de la Compañía desde  el siglo XVI.

En cualquier caso, dado que aún siendo el  Custodio del Blog no se quien es el autor   del texto, me he  permitido eliminar algunas frases y ajustar algunas palabras  en aras a la claridad  de la redacción que, como es evidente,  viene de América. 

Y, ahora ya, el texto

COSAS QUE SE DEBEN  SABER SOBRE LOS JESUITAS

En estos momentos no puede dejar de explicar el “fenómeno jesuita” desatado por la elección de un Papa jesuita (además de argentino), porque esta Orden religiosa no solo  fue un elemento clave en la historia económica moderna, sino porque su exitosa estructura organizacional -que lleva casi 5 siglos-, puede ser la envidia de cualquier corporación o multinacional actual. Veamos 10 temas relevantes sobre los Jesuitas y la Compañía.

1. Fue fundada por un noble vasco, ex soldado y caballero: Iñigo de Loyola, conocido más tarde como San Ignacio de Loyola (1491-1556); por eso tienen una estructura militar y llaman al superior de la orden "General" y a la orden "Compañía" pero en sentido castrense, no empresarial, aunque años después este nombre les caería a pelo desde la perspectiva corporativa. San Ignacio, conocido por Iñigo de Loyola,  prefirió cambiar su nombre de pila y “españolizarlo” a Ignacio. Iñigo o Iñaki es un nombre vasco. Aunque durante su vida militar destacó como excelente jinete y eso lo haría merecedor de pertenecer a la caballería, prefería más el asunto organizacional dentro del ejército, de ahí que cultivó una extraña afición al orden y a la disciplina, pero terminó siendo artillero con muy mala suerte porque una bala de cañón casi le vuela la pierna durante la guerra entre Navarra, Francia y España (1521). Fue llevado a su castillo y por las heridas tuvo que estar en cama meses. San Ignacio se leyó todos los libros sobre vida religiosa que encontró y descubrió su vocación. Dejó las armas y comenzó un largo camino al éxito.

2. Es una Orden que no está bajo el mando directo ni tutela de una Diócesis. Su jefe es el Padre Superior a quien se le llama Padre General. La Iglesia Católica divide su jurisdicción pastoral en Diócesis que están bajo la administración de sacerdotes “diocesanos” y estos deben reportarle al Obispo de la jurisdicción, o sea, de la  Diócesis y estos, a su vez, al Arzobispo que maneja toda la operación.

Si eres un cura diocesano en Lima por ejemplo, tu jefe será Cipriani. Las órdenes religiosas, como dominicos, franciscanos, agustinos, trapenses, jesuitas, etc., están exentas de reportarle al Obispo de la Diócesis.   Por eso es que, cuando Cipriani reemplazó a Monseñor Vargas Alzamora SJ (que era jesuita) como Arzobispo de Lima y primado del Perú, el Padre Gutiérrez, que era diocesano y uno de los “inventores” de la Teología de la Liberación, tuvo que meterse a dominico: mientras tuvo a Vargas Alzamora como “jefe” no tuvo problemas porque los jesuitas –aunque no asumen la Teología de la Liberación como válida-, son más abiertos a otros enfoques; pero con Cipriani, del Opus y ultra, no le quedó otra que pedir su incorporación a la Orden de Santo Domingo, así escaparía de la separación y hasta excomunión que se le venía por parte de Cipriani.

Los jesuitas van más allá de esto. Consideran a cada país o región como una “provincia” de la Compañía de Jesús; por eso, tienen Padres Provinciales, una especie de “ojos y oídos” del superior o Padre General.

3. Aunque no hay nada en sus normas que diga lo contrario, los jesuitas estaban "prohibidos" de ser obispos y menos Papas. Quizás la palabra no sea “prohibición”, pero fue algo consuetudinario en ellos: por costumbre adoptaron más un perfil bajo dentro de la Iglesia Católica. Prefirieron otro enfoque o carisma, el de la educación y en eso se especializaron. Además, nacieron en una época donde el protestantismo europeo era un furor y los esfuerzos de la Compañía de Jesús se enfocaron en eso, la lucha contra las corrientes protestantes, antes que entrar en el complicado mundo político de la Iglesia del siglo XVI con sus Papas Borgias, asesinatos, inquisiciones y otras mañas.

4. Pero, llegaron a tener tanto poder político  y económico que a su superior lo llaman "El Papa Negro", por el color tradicional de las sotanas que usaban. Eran unas grandes togas, con botones que iban desde el cuello hasta los pies. Y un gorro de tres puntas que debió ser muy incómodo. Lo del Papa Negro no es cuento. Realmente llegaron a ser una suerte de Iglesia o universo paralelo dentro de la estructura católica romana.

5. Para ser ordenado jesuita, además de pasar 4 años, estudiando teología y filosofía en un seminario, es indispensable que tengan “estudios civiles”, por eso se pueden encontrar jesuitas abogados, economistas, ingenieros, sociólogos, médicos, matemáticos, físicos, químicos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos, lingüistas, etc. De hecho, son los únicos curas con título universitario civil por requerimiento específico. ¿Por qué crees que el Observatorio del Vaticano lo regentan jesuitas astrofísicos? ¿Por qué crees que el Papa Francisco es técnico químico-industrial?

6. El poder oceánico que llegaron a tener motivó que en 1768 fueran expulsados de España, Portugal y las colonias. Este poder se debió a sus vanguardistas ideas: creían en la igualdad, la libertad económica, el cooperativismo, la redistribución del capital, el libre acceso al mercado, la educación de las minorías, etc. lo que preocupó a las monarquías absolutas de la época. Eso incluyó el cierre de los colegios mayores, seminarios y universidades de todo el mundo conocido. Lo que fue un duro golpe para la educación occidental, porque las instituciones educativas jesuitas eran impecables.  Astutos como ellos solos, aplicaron a la perfección aquello de “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo” y se refugiaron en reinos e imperios protestantes y hostiles a la Iglesia de Roma. Entre ellos, el Imperio Ruso con Catalina La Grande a la cabeza. Y realmente Catalina era “grande”, sus biógrafos estimaban que la emperatriz “de todas las Rusias” pesaba más de 100 kilos. Sin embargo, era una noble rara porque trabajaba y estudiaba. Los jesuitas, expertos en educación, pronto se ganaron su respeto y admiración y ella no sólo les dio cobijo, sino el tesoro más  importante para un jesuita: TIEMPO. Tiempo para regresar y de hecho 40 años después de su expulsión lo hicieron a lo grande, refundando colegios y universidades en todo el mundo.

7. Antes de su expulsión, fueron los precursores del cooperativismo o una forma arcaica de economía socialista. En Sudamérica, sus Misiones a lo largo del continente fueron un ejemplo de gerencia. Un referente interesante se puede encontrar en la forma cómo administraban sus misiones y haciendas en esta parte del mundo. Por ejemplo, en las misiones de Paraguay, Bolivia y norte de Argentina, repartían entre los indios y esclavos, parcelas de tierra, animales mayores y menores, insumos y semillas. La producción era estandarizada en procesos específicos según el cultivo y la actividad industrial, es decir, fueron los precursores de la producción en función a la diversificación de canales de negocio. Con esto se ingresó a una “mini era pre industrial” pues sus obrajes, maestranzas, trapiches y factorías llegaron a tener unos índices de eficiencia y productividad enormes, además de darle valor agregado a las materias primas. El uso de los recursos que hicieron fue impecable. En la hacienda San Juan Bautista en Lima, llegaron a tener más de 5 riegos semanales y en un hábitat como es la costa de Perú donde uno encuentra un desierto más que un oasis. Después de su expulsión y tomada la operación de la hacienda por un civil, ésta alcanzaba a duras penas 1 riego por mes.

Los jesuitas en sus Misiones y haciendas, crearon la figura del “Padre Administrador”, una suerte de controller moderno que llevaba rigurosamente los presupuestos y estadísticas de los emprendimientos jesuitas. Fueron más allá. En agricultura, sus haciendas no eran meros fundos o chacritas de “pan llevar”, diseñaron un complejo sistema de obrajes que les permitió desarrollar una agroindustria y sistema de agro exportación que sería la envidia de cualquier grupo agroindustrial moderno. Desde Perú, Alto Perú (Bolivia), Argentina y Paraguay, exportaban vinos y piscos, chocolate procesado, melaza, granos, telas, vidrio, cal, argamasa y otros. En el siglo XVIII, el chocolate producido y procesado en una misión o estancia jesuita paraguaya, era tomado en la Corte de los Borbones en Versalles y en la Corte de los Habsburgo en Austria. Todo, a través de un sofisticado (para la época) sistema de almacenamiento y redes. Crearon lo que a la postre sería el concepto de distribución y canales de negocio, logística incluida. Su manejo de los costos era impresionante: las utilidades en una hacienda por ejemplo, después de un ejercicio fiscal, eran redistribuidas entre los indios y esclavos primero y en último término el quinto real (para la Corona Española) y la Compañía. Esto les permitía hacer caja constante pues la producción de sus haciendas, al ser redistribuida entre indios y esclavos - quienes a su vez, la reinvertían en sus chacras, vendiendo lo que iban sacando de ellas-, les aseguraba un ingreso recurrente, por tanto, evitaban el endeudamiento para cubrir huecos en el flujo de caja, luego tomaban una parte de la ganancia por cada línea de producto y en función a los costos unitarios calculaban el presupuesto para el siguiente año fiscal. Con esto, fueron los primeros en aplicar la teoría de las tasas de transferencia en negocios. Sus inversiones en tierras, conventos, seminarios, colegios mayores e universidades también les generaban caja pues casi todas sus instituciones eran privadas y cobraban una pensión por la  colegiatura, que les permitía además brindar subsidios a alumnos o seminaristas con bajos recursos: la versión moderna de becas de estudio. Además, reducían el riesgo sistémico de sus finanzas con la diversidad de inversiones y líneas de producción que ellos tenían.

Es curioso además notar que en un tiempo donde los esclavos negros eran considerados menos que animales, los jesuitas no sólo los hicieron “propietarios” sino que les daban una parte de la ganancia del negocio. Cosa prohibida por la Corona. Lo triste de esta historia: durante la administración jesuita de sus propiedades, los índices de escapismo entre los esclavos era nulo, después de la expulsión de la Orden, no solo muchos de los esclavos negros dejaron las haciendas y misiones, sino que el número de abortos autoinflingidos por las madres esclavas se disparó logarítmicamente: preferían matar a sus hijos neo natos, antes que nacieran esclavos (“Peregrinaciones de una paria”, Flora Tristán). Esto nunca pasó bajo la gestión de la Compañía. Finalmente, en 2008 la revista Forbes nombró a la Compañía de Jesús como " La Corporación Multinacional más antigua y exitosa de la historia económica moderna". Más que Coca Cola Co., JP Morgan y otras corporaciones.

8. En la II guerra mundial, fue la única Orden que abiertamente se opuso al nazismo y al holocausto judío, muchos jesuitas fueron perseguidos por eso; algunos torturados y asesinados en campos de concentración como el Padre y Beato Rupert Mayer SJ. En Francia, un colegio internado jesuita, exclusivo para chicos, escondió y salvó a más de 50 niños judíos de las garras de la Gestapo. “Amén”, película dirigida por Costa-Gavras (2002), basada en hechos reales descritos en el libro “El vicario” de Rolf Hochhuth, muestra el rol clave que tuvo la Compañía de Jesús para la defensa de judíos ante el Vaticano. De hecho, para los judíos, la Compañía de Jesús es un referente de diálogo y es “Justa entre las Naciones” para Israel, por su labor en contra del holocausto. Cosa que pocas o casi ninguna orden católica hizo.

9. En los 70's su posición progre y de izquierda se hizo un poco evidente: unas décadas antes decidieron dejar de dar Misa en latín y la daban en el idioma del lugar. Por eso tenían jesuitas dando Misa en bantú africano, quechua (acá lo hacían desde el s. XVI), vasco, árabe, guaraní, chino cantonés, hindi, etc. Decidieron no usar sotana y menos camisa con cuello de clerma. Esa actitud progre se capitalizó con el recelo de dictaduras de derecha (6 jesuitas fueron asesinados en El Salvador por eso). Ser progres y estar más cerca de los pobres y lejos de los grupos de poder les ganó también un recelo por parte del Opus Dei.

10. Aunque muy progres, los jesuitas no estuvieron exentos de vincularse con grupos de poder. Aunque, sus relaciones se basaron más en la enseñanza. Fueron famosos y conocidos por ser tradicionalmente los “educadores de las élites”, mayormente hombres y no mujeres. Sobre todo en Europa y Latino América. Es evidente que por sus aulas pasaron destacados intelectuales, políticos, científicos, artistas, militares y religiosos. Eso les daba llegada a familias y grupos relacionados con el dinero y el poder. Pero formaron hombres que, lejos de continuar con los vicios y resabios de estos grupos, fueron más allá. Quizás por esta razón, es que los jesuitas son conocidos como “lava cerebros” o como una mafia donde quienes han sido educados por ellos, se reconocen por ciertos rasgos, lenguaje corporal y forma de hablar. Una especie de “secta” con decires y haceres propios. Existen “muchachos” de 70 años que en el Club Regatas, no dudan e insisten en ponerse una añosa camiseta color azul con el escudo bordado del jesuita Colegio de La Inmaculada. Es una orden muy global y de constante diálogo no sólo inter religioso sino cultural. Incluso desde su fundación, les quedó claro ese asunto que ahora se llama “globalización”. Ese dinamismo es quizás lo que explica que, aunque llegaron “tarde” a la América Española, incluso 60 ó 70 años después que los dominicos o franciscanos, en una década de operación en las colonias llegaron a triplicar el patrimonio de los primeros. En pleno siglo XVI, no dudaron los Padres fundadores de la Orden en enviar a sus primeros discípulos a lugares tan lejanos como China, India o Japón porque Sudamérica y el mundo entero les quedaban chicos. Según  Chris Lowney ex seminarista jesuita y banquero de inversión del JP Morgan, autor del libro “El Liderazgo al estilo de los jesuitas”, uno de los factores de éxito de la Orden fue su movilidad permanente y apertura de mente frente a otras culturas. La historia del Padre Matteo Ricci SJ que viajó a China grafica este liderazgo y dinámica inter cultural. Llegado a China, el Padre Ricci SJ de inmediato tomó contacto con el emperador. No era cosa fácil porque ya antes en Asia, la experiencia jesuita había resultado tenebrosa y de total fracaso: decapitaron en Japón a 22 jesuitas y martirizaron y torturaron a otro tanto en la India. Pero el Padre Ricci SJ se ganó el respeto y admiración del emperador al dibujarle un mapamundi donde colocó a China, por primera vez, en la cartografía mundial. Huelga decir que Ricci era matemático, geógrafo y cartógrafo. La mente abierta de este jesuita le permitió también, colgar el confucionismo a la praxis cristiana. Debió haber sido todo un éxito porque el emperador de China lo nombró consejero, siendo el primer y último caso, donde un occidental fuese “privado” de un regente chino.

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Y ahora, la opinión de  Lowley (¿?) sobre los  4  pilares  sobre los que se asienta  el éxito  del enfoque empresarial de los jesuitas:


Conocimiento de sí mismo: Saber reconocer muy bien cuáles son las fortalezas, debilidades y valores de uno mismo. Tener un claro conocimiento del mundo y hacia dónde se quiere ir.

Ingenio: Siempre innovar y al mismo tiempo adaptarse a las circunstancias de un mundo cambiante. Explorar nuevas posibilidades e ideas. Aprender de las otras culturas y darles su valor.

Amor: Querer a los demás y tratarlos a partir de esa realidad. Siempre mantener una actitud positiva. Ganar a la gente por el amor y no el temor. Los líderes tienen confianza en sí mismos y la proyectan a los demás.

Heroísmo: Despertar en uno mismo, y en los demás, grandes deseos. Fortalecer en sí mismo, y en los demás, aspiraciones heroicas. Los líderes imaginan grandes futuros e impulsan a alcanzarlos. No esperan el futuro sino que lo construyen. George Lucas, en una entrevista, reveló que –en su juventud-, conoció a un grupo de jesuitas en la Universidad de Fortham; quedó maravillado por su forma de ser, por cómo se movían, cómo te convencían usando palabras cariñosas antes que imperativas.


Se espera entonces, que el Papa Francisco (a secas y no Francisco I), siendo jesuita recoja este modelo, no sólo desde lo religioso, sino desde lo empresarial. Sería un éxito el Papa Francisco si lo logra.

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 CARTA AL PAPA FRANCISCO: ¡ME HAS GANADO!
 
Escribe José Enrique Gil-Delgado Crespo

Querido Papa Francisco:

En esta ocasión, en ti se ha producido el Milagro: el que podía haber sido el “Papa Negro” se ha convertido para bien de la Iglesia Universal, en el “Papa Blanco”. Sencillo y puro como el color de tu sotana actual.

Llevaste durante años esa sotana negra ceñida por la banda tradicional de los Jesuitas y luego fuiste nombrado obispo y al final llegaste a cardenal. Nadie lo esperaba cuando te acercabas a los rincones más pobres de la hermosa y al mismo tiempo horriblemente llena de contrastes, ciudad de Santa María del Buen Aire como la llamó en 1536 don Pedro de Mendoza, que primero formó parte del Virreinato del Perú y luego del Virreinato del Río de la Plata.

Con el paso de los años llegaste, querido Papa Francisco a ser nombrado nada menos que Arzobispo de aquella gran urbe y te fuiste a vivir a un pequeño apartamento de un barrio sencillo, en lugar de hacerlo al Palacio Arzobispal.

Después vino lo que vino y sin que lo comieras ni bebieras, sin que tan siquiera lo quisieras te nombró Papa el Sacro Colegio Cardenalicio, bajo el imponente techo de la Capilla Sixtina. Tú que no aspirabas a otra cosa que a dar servicio a los necesitados de tu tierra Argentina, por obra del “Espíritu Santo”, te veías convertido en el Papa de la Iglesia Universal.

Cuando te lo comunicaron estoy seguro de que te quedaste atónito y al dirigir tus primeras  palabras en ese Italiano con acento porteño y preñado de españolismos, dejaste clara la sorpresa que te había producido tu nombramiento.

A partir de entonces, aunque siguiendo tu trayectoria de siempre: de sencillo cura, de preocupado obispo y de amoroso arzobispo de Buenos Aires volcado en cuantos necesitaban de ayuda, de consuelo, de amor…lo diste todo por tus feligreses. Y Ahora que te has convertido en el Jefe de tantos y tantos millones de fieles, curas, obispos, arzobispos y cardenales en los cinco continentes, sigues  pronunciando palabras refrendadas por permanentes actos de amor con tu ejemplo de sencillez.

Creo Papa Francisco que como antiguo alumno de los Jesuitas, me has vuelto a ganar para tu causa porque imagino en ti a aquellos que portando la Cruz y la Eucaristía se enfrentaban en la genial película de LA MISION a la sinrazón de los absurdos y crueles poderosos que incendiaron, machacaron y asesinaron vilmente a esos Jesuitas que habían enseñado tantas cosas maravillosas a aquellos indios de las ”reducciones jesuitas” de nuestra querida América, a los que también masacraron, pero que sobre todo lo demás, les habían enseñado a AMAR, como TÚ PAPA FRANCISCO lo estás haciendo en cada minuto desde que te arrodillaste ante la multitud congregada en la Plaza de San Pedro el día en que fuiste elegido PAPA.

viernes, 13 de septiembre de 2013

EN RECUERDO DE PABLO SATRÚSTEGUI SILVELA



PABLO SATRÚSTEGUI (1944-2013)
UN HOMBRE VERDADERAMENTE BUENO

"CUANDO se nos va un hombre que ha rea­lizado en esta vida algo relevante en cultura, deporte, política... todos los medios se vuelcan en ditirambos Y alaban­zas, seguramente merecidos. Y los lectores recuerdan al personaje con ad­jetivos elogiosos. La prensa y la televisión se ocupan de ensalzarlo y por ello llegan a todos los ámbitos de la sociedad. Pero existe un adjetivo mucho más valioso y quizá demasiado desvalorizado por mani­do, que es «bueno».

Pablo Satrústegui fué simplemente un hombre bueno, con una bondad que yo diría heroica. Sufría de diabetes desde su veintena. En 1989 tuvo un ac­cidente que le mantuvo en coma dos meses. Poste­riormente, y debido a su enfermedad, sufrió la am­putación de sus dos piernas. Tenemos por lo tanto a un hombre deportista y activo que tuvo que some­terse a la dependencia de una persona y de una si­lla de ruedas.

El hombre que practicó muchos deportes, que fue hándicap dos de golf, jugó al tenis, y gran aficiona­do a los caballos, tuvo que sobrellevar la inmovili­dad forzada Como era un hombre inquieto, se de­dicó en sus últimos tiempos al bricolaje.

Casó. con Mercedes Carvajal, con la que tuvo cua­tro hijas. Todas ellas cariñosas y excelentes enfer­meras, con todas las virtudes que aprendieron, no podía ser de otra manera, de sus padres. Ninguna de ellas escuchó de su padre o marido una queja o protesta por su situación. Al revés, siempre lució una sonrisa permanente. Recientemente una de sus hijas le preguntó: papá, ¿cómo consigues, con todo lo que llevas encima, tener siempre esa sonrisa? Y le contestó con la mayor sencillez: «Porque siempre le pido al Señor que me dé fe y alegría». Se adelanté así a nuestro buen Papa Francisco, que en todas sus  apariciones y sus discursos hace de Fe y Alegría uno de sus lemas permanentes. Parafraseando también al Papa en una de sus intervenciones en la reciente  JMJ, podemos decir que el Pablo deportista ya impedido «sudó la camiseta». Convirtió su silla de ruedas en su cruz. Una Cruz que aceptó con sonrisá  y alegría permanentes. Se convirtió así en un corredentor.

También tenía sus pequeñas malicias. Con ojillos  traviesos intentaba comer de vez en cuando algo prohibido, o tomar dos vasitos de vino en lugar de uno. Inmediatamente una de sus cinco dedicadas enfermeras intervenía e intentaba corregir la tremenda travesura.
 
Pablo, tú que estás ahora en la mejor de las alturas, acuérdate de nosotros, que a algunos buena falta nos hace. Ese trabajo te encomendamos.  ¡Menuda tarea! Y que sepas que nosotros te lleva remos siempre bien agarrado a nuestro corazón

JAVIER LETAMENDÍA









Pablo Satrústegui Silvela nació en Madrid el20 de enero de 1944 y murió en Marbella el 23 de agosto de 2013. Fue un gran deportista del que su diabetes hizo un inválido. Pero un inválido que nunca perdió su sonrisa ni su innata bondad





NOTA DEL CUSTODIO: 
Tanto la esquela de Pablo como el texto de Javier Letamenía fueron publicados en el ABC de Madrid el día 12 de septiembre de 2013. La fotografía, en blanco y negro, que acompañaba el texto de ABC ha sido sustituida por otra similar elegida de entre las que guardamos sus compñeros de colegio o están colgadas en internet.




UN TEXTO DE JOSÉ ENRIQUE GIL – DELGADO CRESPO DEDICADO  A PABLO


¡POR FIN TE HAS LEVANTADO!


Querido Pablo:

Acabo de recibir el correo electrónico que nos ha mandado a todos los que fuimos y somos  “Chicos de Areneros”, nuestro compañero José Luis Mingo y no me cabe la menor duda de que su sugerencia habrá hecho mella en todos nosotros. Arranco pues con mi primer escrito y comentario en esa nueva y entrañable “web” dirigiéndome a ti.

No sé si será por “halago de la fortuna”, como decía el catedrático de derecho civil don Federico Castro, o porque otras “meigas” o “sorginas” de los pazos de Ulloa o de Zagarramurdi han tomado cartas en el asunto, pero lo cierto y verdad es que hoy 14 de Septiembre es día de grandes recuerdos para mí: Hoy, mi hija Aurora, mi pequeña, mi gran Aurora, cumpliría 45 años en esta nuestra tierra.

Para ella el tiempo se detuvo en este mundo en esa “perfecta aetas” y así nunca envejecerá en nuestra memoria ni en la imagen que de ella tenemos cuantos la queríamos.

Pero, hoy Pablo, querido Pablo, sólo he hablado de ELLA… así como de refilón, por la coincidencia de la fecha, pues esta carta, este escrito, estas letras son sólo para ti, para los tuyos y para los nuestros (los compañeros de clase, de curso, los “Chicos de Areneros” que en nuestra comida del pasado Jueves te recordamos con enorme cariño del que puso el acento más entrañable nuestro querido Luis Esther Butragueño).

¡Gracias Pablo, por haber sido nuestro compañero… nuestro amigo y por habernos abierto las puertas de tu casa para pasar un día inolvidable con tu gente el año pasado! Yo, desgraciadamente no pude ir pero me consta lo bien que estuvo todo y cuánto disfrutaron, los que fueron, con tu magnífica acogida y la de tu familia!   

Te quiero contar Pablo,  como muy bien conoces ahora que estás Arriba y ya lo sabes todo, que en nuestra mesa rectangular del pasado jueves en el Club Mirasierra, TÚ estabas allí sentado entre nosotros. Comentamos que el próximo día 18 habrá una misa en la que volveremos a tenerte a nuestro lado y compartiremos, cada uno por nuestra cuenta, las imágenes de los ratos que pasamos juntos durante horas, días, meses, años… en los que tú corrías con nosotros, jugabas, saltabas y reías en las aulas, los pasillos y la capilla del Colegio, sin el inconveniente de estar atado a una silla de ruedas.

Pero hoy querido Pablo, todo aquello ha pasado y ya no te duelen las piernas que perdiste y que has recuperado, ya no necesitas que te ayuden para entrar en el coche, pues hoy eres libre de andar, correr y saltar por los espacios infinitos del “MÁS ALLÁ” para siempre, y para siempre también estás con los que se fueron antes que tú y que tanto querías: tus padres, tus abuelos, tus tíos y hasta algunos amigos… ¡Les has vuelto a encontrar! Sin embargo también estás con los que aquí abajo quedamos y desde allí Arriba seguro que nos miras con cariño entrañable y nos mandas a todos tu generoso abrazo.

¡Cuídanos, a tu modo y como quieras, a tus compañeros del “Cole” desde Allí Arriba y pídele al Gran Jefe que a todos nos ayude.
 
¡Gracias Pablo por no olvidarte de nuestra petición!  Y que a todos nos sirva tu ejemplo pues tras tantos esfuerzos…Tú estás allí con Él!

Y para siempre… ¡POR FIN TE HAS LEVANTADO!
De todos nosotros, los de la promoción de Areneros de 1961



CORREOS DE COMPAÑEROS


De: Alfonso Fungairiño
Para: Javier Herrero
Fecha: 16 de septiembre de 2013

Querido Javier:
Me ha dado pena la muerte de Satrústegui. Sólo sabía de él lo que han dicho todos: que era un hombre bueno. Por otra parte, es reconfortante - y doy gracias a Dios por eso - ver el ambiente de piedad y de ideas claras que se respira entre los comensales y "blogistas".
En agosto he estado con Miguel Ángel Picón. Hacía 38 años que no nos veíamos. Sigue igual de gamberro. Hablamos más de media hora de todos los viejos conocidos y estaba perfectamente al día de todos los acontecimientos, gracias a tu trabajo informático de hace dos años.
Muchas gracias por enviarme noticias, aunque no siempre te conteste como pasó la última vez. Aquel informe - relatorio sobre los Jesuitas fue muy interesante. No pensaba que con sólo 16.000 (?) personas se pudiese hacer tantas cosas en todo el mundo.
Sigue mandando noticias.
Un abrazo a todos y todas.
Alfonso
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De: Ricardo Martín Lucas
Para: José Luis Mingo
Fecha: 17 de septiembre de 2013

Querido José Luís:
Siento enormemente, no poder estar, con todos vosotros, asiduos a nuestra comida mensual, en la misa del día 18, por nuestro querido y admirado amigo Pablo.
Un pequeño accidente, en una rodilla, me tiene haciendo reposo,  lo cual hace imposible mi presencia.
Se que estaréis todos y se que Pablo, disculpará mi ausencia. Entre tantas personas que tanto le querían, hubiera gustado simplemente sumar, aportando mi particular cariño.
Te pido José Luís, que si lo consideras oportuno, publiques mi frustrado deseo de acompañar en ese acto,  a tan querido compañero.
Ricardo Martín Lucas

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EXCURSIÓN A HUERTA DE PIEDRA: BREVE RELATO DE LO ACAECIDO EL 24 DE MAYO DE 2012, DESDE LAS 10,30 HORAS HASTA LAS 21,30 HORAS A LOS EXCURSIONISTAS DE ARENEROS 61
Escribe: José Luis García Calleja


La cita  era  a las 12,30 en Huerta de Piedra, una finca situada al pié de la Sierra de Gredos, de cara al Almanzor, propiedad de Pablo Satrústegui.



Los trabajos preparativos de la aventura, con notables altibajos de entusiasmo en su elaboración, dieron comienzo allá por el mes de febrero, cuando Pablo nos anunció la buena nueva. Las aportaciones de Gurri, Josemari, Javier Herrero y José Luis García Calleja fueron inestimables.



¿Qué decir del medio de transporte para llegar al destino? Por no cansar, se decidió que se haría en MERCEDES sin concretar modelo seguramente como homenaje a la mujer de Pablo. Dieron la nota Lorenzo Espiga y ¡¡¡Mariano Arenillas  que desde Salamanca se desplazó  en  Moto!!!



El viaje, bien. La llegada mejor: un arrejunte de casi todos los excursionistas poco antes de la meta a causa de una funda de cámara de fotos no perdida hizo que el pelotón llegara agrupado. Los rezagados siguieron siendo Lorenzo  y Mariano para seguir dando la nota y Santiago Gil-Casares escapado tardíamente de una reunión  escasamente importante.



Antes del sprint final, ya agrupado el pelotón, una manada de caballos se abalanzó sobre los excursionistas para darles la bienvenida: un  primer detalle por parte del anfitrión. Ya en la meta, se comprobó que Alejandro Martín Lunas, de cuya existencia algunos dudaban, no así Vicente Vizcaíno que lo trajo, estaba de cuerpo presente y tan pichi. En la llegada esperaban los anfitriones y sus colaboradores Antonio Oriol y su mujer, Mavi.



Fotos para el recuerdo, unos ratos para admirar las colecciones de chismes para el caballo y lápices y marcadores de golf, visita a la mansión, saludos a Mercedes y Mavi y entrega de algún presentes a la anfitriona consumieron los primeros momentos de la excursión.



Casi de improviso, agasajo con un aperitivo del que ya dirán maravillas crónicas más autorizadas que ésta. A destacar el apetito de Ricardo Martín Lucas, Javier Echánove, José Luis Mingo y Santi Hierro. A destacar también el chorizo y los quesos.



Sin solución de continuidad (me encanta poner esto porque no sé muy bien lo que quiere decir, pero me parece muy entonado) comienzan a llegar manjares desde el interior de la casa: se inicia una pitanza a la altura de las bodas de Camacho: ¡vaya migas!, ¡vaya huevos!, ¡vaya postres!... Hay que ver lo bien que se alimentan Pedro Noelle, Diego García-Loigorri, Luis Suárez de Lezo. No  así José Luis  Sanz Guernica   que erre  que erre sólo quiere comer  verde.



Prescindiendo de la siesta, que bien hubiera merecido semejante bacanal, se inició una visita a la finca y alrededores. Mariano y Josemari no lo consideraron suficientemente interesante y se quedaron, no se sabe si para proteger a Mercedes y Mavi o para echarse la siesta. Algunos dicen que esto último porque al volver de la visita, Mariano hasta roncaba.



Como el día era espléndido, Gurri y José Luis Sanz de Garnica se dieron un chapuzón en el pantano Rosarito (pegado a la finca). Livi no se atrevió aunque venía equipado del traje de baño. Dijeron que el agua estaba buenísima, incluso caliente, aunque nadie les creyó.



Nueva agrupación de todos los excursionistas en la mansión para descansar y matar el gusanillo a base de gintonics y similares. Antonio Urive y Luis Ester, como arquitectos muy reconocidos, animaron la charleta con toques arquitectónicos muy bien recibidos por todos. Salieron al ruedo unos bombones redondos envolviendo una avellana de los que se dieron buena cuenta.



Así, entre chau – chau y gintonic fue pasando tan ricamente el tiempo y llegó la hora de marcharse.



Quede el más sentido agradecimiento a Pablo y Mercedes por este día y la firme promesa de volver el año próximo (aunque nada dijeron de ello). El agradecimiento se hace extensivo a Mavi y Antonio Oriol.

Y, AHORA, TRES  FOTOGRAFÍAS PARA EL RECUERDO:


















 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

COMO HOMENAJE A PABLO,   EL  RECUERDO  PRECIOSO  DE UNA VISITA A HUERTA DE PIEDRA


Escribe José Luis Mingo Zapatero
Dentro del triángulo que marcan Madrigal de la Vera, Candeleda y Ventas de San Julián, al pie de la Sierra  de Gredos,  en tierras de  Toledo,  en la dehesa, entre encinas centenarias, pastan pacíficas las vacas, trotan alegres los caballos,  se dejan ver algunas  liebres y, como en pocos lugares ,  se escucha el silencio y  se respira paz.

Entre  el sol y sombra de la casa nueva  de  Huerta de Piedra,  hablan unos viejos,  compañeros de colegio,  y sus palabras cruzadas  entre el hoy y los recuerdos hacen  que sus  ojos gastados retomen antiguos brillos y que  los  cabellos blancos de estos hombres  se tiñan del  negro, castaño y rubio que tenían  cuando eran niños.

Los viejos que sabiendo mucho  hoy lucen todo y presumen nada,  son  niños que solo juegan a estar  con sus amiguitos. Los caminos que han recorrido y  los futuros que no comparten, como siempre que se reúnen, hoy, en la paz de Huerta de Piedra, no existen, Hoy los rostros no tienen arrugas,  los cuerpos no pesan y las almas no tienen historia, el grupo de viejos es un grupo de niños.

El lenguaje culto, las palabras medidas, las ideas limpias y  las expresiones serenas de estos viejos llenan el aíre de vivencias perdidas, de dolores y alegrías olvidadas, de lágrimas comidas,  osadas travesuras y muchas risas contenidas.

Bajo la mirada buena de Pablo y la  atención generosa  de Mercedes, como siempre, las horas pasan  y la estancia  de hoy en  Huerta de Piedra, se hace pasado y ha llenado con un nuevo y hermoso recuerdo la memoria vieja de quienes fuimos y seguimos siendo,  amiguitos del colegio.

Gracias Pablo, gracias Mercedes. Muchas gracias amiguitos todos.

Publicado por José Luis Mingo el  sábado, 26 de mayo de 2012 en http://joseluismingo.blogspot.com.es/2012/05/457-visita-huerta-de-piedra.html


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HOMILÍA QUE EL PADRE PABLO ESCRIVÁ DE ROMANÍ  EN EL FUNERAL DE PABLO



Hace varios años, un head hunter hizo una entrevista a Pablo y le preguntó qué es lo que más deseaba en este mundo. Él sin titubear contestó que lo que más deseaba era la salvación de su alma y la de su familia.



Pablo no sabía que Dios le iba a pedir, como a San Pablo, caer del caballo para empezar a descubrir un itinerario de fe duro pero maravilloso… Me contaban sus hijas que desde el accidente, y especialmente estos últimos años, han descubierto una fe inmensa en su padre y que lo más sorprendente del Crisol, de la prueba que Dios soportó que pasara, era que les ha dejado a todas con mucha paz.



Y Dios nunca miente: acepta como sacrificio de holocausto la vida de Pablo, y en cada uno de sus sufrimientos llena de paz a todo el que se le acerca.



Esto es un misterio de amor enorme, que Dios regala sólo a los más cercanos. Y promete un fruto enorme cuando uno se atreve a caer en tierra y morir a uno mismo.


Y la vida de Pablo ha sido eso: un continuo caer en tierra. Un caer y dar fruto. Desde la diabetes con 21 años, pasando por la caída del caballo, hasta las últimas amputaciones, han hecho que Pablo aprenda a morir a sí mismo, a caer en tierra y desde ahí ser un verdadero nexo de unión para todos.



Tanto es así, que le aterraba que en su funeral se hablara de él. Sólo quería que se hablara de Jesús, de su misericordia con todos, de la capacidad que ha tenido Dios para regalarle esa fe, paz y alegría para no desesperar.



Por eso no nos equivoquemos. Este funeral, y hoy puedo decirlo bien alto porque tanto Pablo como su familia entienden bien esto; no es un homenaje a la vida de Pablo, es una acción de gracias enorme a Dios por poder ver cómo actúa cuando uno se atreve a morir a sus proyectos, caer en tierra y dejar que sea Dios mismo quien saque fruto de todo ese sufrimiento. Es una constatación en lo real, en lo cotidiano, de la fuerza de Dios en lo débil y pequeño. Es un darle gracias por cómo se cuela en lo sencillo, en lo que no cuenta, en lo que se suele esconder por miedo.


Cuando uno se deja tomar así por Dios, no para de dar gracias. Puede decir bien alto: “¿Cómo me puedo yo quejar? Soy un privilegiado: me han dado otra oportunidad para poder vivir, tengo una mujer que ha sido una gran acompañante en mi enfermedad, y cuatro hijas maravillosas. He tenido acceso a estudios, a la medicina más avanzada… Y lo más importante: mucho más sufrió mi Salvador en la Cruz por mi salvación”



Decía Shakespeare que “sufrimos demasiado por lo poco que nos falta y gozamos poco con lo mucho que tenemos”. Un cristiano que ofrece su vida puede decir justo lo contrario: Goza mucho con lo poco que tiene; y sufre muy poco con lo mucho que según el mundo le falta… Esto sólo es posible si entre lo poco que tenemos, descubrimos el Todo más grande, el infinito que es el amor, que es Jesús crucificado

 a nuestro lado que no para de pedir que nos agarremos a Él para no dejar de amar.



Hoy venimos a dar las gracias a Jesús por sufrir al lado de los que queremos, por darles el valor para que se agarren a Él. Por hacer realidad sus promesas en aquellos que ofrecen sus sufrimientos, muchas veces desde una sensación de abandono total, a un Salvador crucificado.



Hoy nos dan ganas de gritar “¡Era verdad lo que decías! ¡Te hemos visto actuar en Pablo! ¡Era verdad!” Y entonces, como San Agustín, brota una pregunta apasionante: “¿Acaso no vas a poder ser lo que fueron éstos y éstas? ¿Acaso no vas a poder tú también abrazar así la Cruz? ¿O es que crees que éstos y éstas pudieron hacerlo por si mismos sin apoyarse en el Señor su Dios?”  Si tú Jesús, nuestro Salvador crucificado eres nuestro Pastor, es verdad que nada nos falta.



Al final, delante de personas que han acogido la gracia, vemos como la mayoría de nuestras preocupaciones son ridículas, y comprendemos que nos faltan ganas de abrazar la vida con valentía. Y comprendemos también que los problemas gordos, los que, como dice el libro de la Sabiduría, “La gente insensata consideraba su tránsito como una desgracia y su partida como una destrucción” cuando uno abraza la cruz (y esto sólo es posible viendo a testigos enormes hacer lo mismo y cómo lo han llevado) entonces se atisba cómo Dios quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus elegidos.



Y creo que no podemos terminar sin dirigirnos a la Virgen, a nuestra Madre, de la misma manera que hizo Pablo en Lourdes: sin una sola queja de su situación. En aquella piscina sólo se le oía dar las gracias, sólo había ido a ver a su Madre para dar las gracias.



Nosotros hoy queremos unirnos a la enorme acción de gracias que hay en el Cielo por nuestra Madre, por cómo ha cuidado de Pablo, y pedirle, que a aquel que no ha hecho en vida más que aprender a caer en tierra y morir para dar fruto, que el Padre lo premie con su infinito amor.



Que así sea.

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PABLO Y EL MILAGRO DE ARENEROS

Escribe Luis Ester Butragueño

Pablo Satrústegui no era amigo mío. No nos habíamos visto desde el Colegio hasta las comidas de los jueves. Muchísimos años. Y en el Colegio no coincidimos casi nunca en la misma clase, no teníamos los mismos amigos ni la misma pandilla, no íbamos a los mismos guateques, en fin, no éramos amigos.

A pesar de ello, Areneros nos debió dejar unos lazos y unas ataduras invisibles de las que no éramos muy conscientes, que en cuanto han tenido ocasión de hacerse notar, lo han hecho y bien. Por ejemplo, en nuestras las comidas de los jueves, estos lazos han servido para recuperar el tesoro de las viejas amistades que se habían perdido, y también han obrado el pequeño milagro de que muchos de nosotros, que no habíamos sido amigos nunca, el sólo contacto de los jueves con los lazos que Areneros nos había dejado, ha hecho surgir amistades nuevas, fuertes y profundas. Esto creo que me ha sucedido a mí, con Pablo y con todos los conmilitones.

Y es que Pablo era especial. No tener piernas, y no darle importancia era un ejemplo. Nunca nadie le oyó quejarse. Parece como si quisiera decir a todo el mundo que Dios le había dado tantas cosas buenas, su familia sobre todo, que no tenía derecho a quejarse por algo tan sin importancia como unas simples piernas. Yo esto lo he contado en muchos sitios y a mucha gente, y todo el que lo escucha se queda admirado y sobrecogido.

A su mujer Mercedes sólo la vi el día que fuimos a su querido campo de La Huerta de Piedra, (cómo lo pasó Pablo), y el día del funeral. Ese día con mucho esfuerzo, por el gentío que asistió, conseguí llegar a saludarla, y a pesar del enorme follón que había, me escuchó con atención. No recuerdo lo que le dije, sólo que me presenté como uno de los de Areneros de los jueves. Me dio las gracias por lo que Pablo disfrutaba con esas comidas, y me transmitió una paz y una serenidad, que me hizo salir de allí muy reconfortado. Mercedes, es probable que no te vuelva a ver, ya sabes, no tenemos los mismos amigos, no vamos a los mismos guateques……. Pero por si alguna vez leyeras esto, quiero que sepas el gran bien que me trasmitiste, y que en vez de reconfortarte yo a ti, fuiste tú la que lo hiciste conmigo.

Y gracias a ti Pablo, tú sí que has trasmitido cosas y todas buenas. Has sido un ejemplo para todos, de bondad, de simpatía, de categoría. Y gracias también a Areneros, que obró en mí el pequeño milagro, y ya puedo decir bien alto que Pablo Satrústegui sí que era AMIGO MÍO.