jueves, 10 de agosto de 2023

DE LA COMIDA DEL JUEVES 10 DE AGOSTO DE 2023


En un día especialmente tórrido del estío madrileño, en el amplio comedor de verano del Club Mirasierra, cinco conmilitones, solo nosotros, nos hemos reunido para celebrar la comida mensual.

Para comenzar esta crónica, decir que quizá, porque los días felices no tienen historia, es muy difícil, casi imposible ofrecer a los ausentes un relato plausible y coherente de cuanto, poco, ha ocurrido y se ha hablado en la comida y en la no demasiado larga sobremesa que la ha seguido.

Y, claro, acaso por el tremendo calor del día y el hecho de que cuatro de los cinco conmilitones son muy racionales ingenieros, ante la atónita mirada del custodio, empezando por  José Luis, y seguido por Ramiro, con alguna puntualización de Cesar y el tranquilo asentimiento de Gurri, han debatido, estando los cuatro de acuerdo, las falacias del “cambio climático”; admitiendo todos que el clima, desde que el mundo es mundo,  ha cambiado y seguirá cambiando, también los cuatro, afirman que lo ha hecho por efecto de mil causas, desde la caída del gran meteorito, al fuego y los infinitos residuos que han  salido de mil volcanes, hasta las desviaciones del eje de la tierra…o de otros muchos eventos que, porque la memoria del custodio es corta, se han barajado en la discusión; y, también, los cuatro  han asegurado que siendo cierto todo lo anterior, es más que dudosa la acción, ¡cuentos chinos!,  de los hombres en la subida o bajada de un grado en la temperatura del mar o en la cantidad de gas carbónico o de nitrógeno en la atmósfera terrestre.

También, ¡no!, se ha recordado a alguno de nuestros maestros, hoy al P. Vallarino, y de nuestros condiscípulos, empezando por Ordinas y Camón, para seguir con Caballero, Guzmán, Harguindey, y, especialmente el, en estos días muy sufrido, P. Ocariz.

Y, como hablar de los vivos atrae a los que se fueron, 17 de entre los conmilitones, han estado bien presentes en la comida de hoy Pablo, Naso, José Luis, Luis, Luis Fernando, los dos Santiago, Ricardo, los dos Javier, Lorenzo, hasta llegar al último, Fernando…

Por supuesto ha habido más en la celebración de hoy, pero, porque el calor abruma, nada diremos salvo una excepción:  que las Altas Esferas han aceptado la invitación de Jorge para visitar, cuando baje el calor, allá en octubre o noviembre, el paraninfo de la Universidad, luego honrar con una misa a nuestros muertos y terminar con un almuerzo en el refectorio de los jesuitas, en Alcalá.

Y, sin olvidar que el chocolate de Gurri,  hoy, por su asombrosa calidad, ha sido más que alabado por los conmilitones; y que se ha notado la falta el embutido del tesorero, el  aguardiente de Gaspar y el néctar de Santiago.

Ah, y con esto termina la crónica de comida de este día feliz, por si alguien tiene interés, decir que hay dos páginas en Internet, rezandovoy, y pastoralsj, que, recomendadas por Jorge y ya seguidas por alguno de los conmilitones, todos estamos de acuerdo, vale la pena visitar.


Nota: Las fotografías de la comida hoy son de José Luis y las de las reuniones en la sala virtual de Fernando son, como siempre, de Gaspar.