domingo, 15 de mayo de 2022

DE LA COMIDA DEL DÍA 12 DE MAYO DE 2022

 

Escribe Gaspar Blein


Eran cerca de las 2:00 p.m. de una mañana que, pretendiendo ser calurosa, se quedaba en francamente agradable. Puntuales a nuestra cita, 15 aguerridos conmilitones hacíamos acto de presencia, con la crudeza que nos caracteriza, en el ya tradicional Club Mirasierra aunque, también hay que decirlo, hubo más de uno que, bien a su pesar, no tuvieron más remedio que perderse el aperitivo.

Solos en el comedor grande. La mesa, en nuestro lugar preferido, junto a la cristalera, dio fe de la notoria ausencia de quienes no han podido venir: Vicente reponiéndose, Antonio quieto en Burgos, el otro Antonio porque está, no se sabe dónde, con el notario; y algunos más que no siempre nos pueden acompañar. Todos los casos plenamente justificados.

De entrada el chorizo leonés con su correspondiente “buen pan de Aragón”, obsequio tradicional de nuestro sin par tesorero, fueron recibidos como se merecen. A esas horas los aperitivos de calidad se agradecen siempre.

Las Altas Esferas nos habían convocado anunciando una comida memorable. Como enseguida se verá, al decir de todos, ciertamente lo fue. Al principio las conversaciones cruzadas propiciaban un ambiente extrañamente ruidoso. Josemari nos contaba algún escarceo amatorio de juventud con desencuentro final, Gurri con una muleta, pero muy recuperado, trataba de explicar su última gotera y preguntado sobre Livinio lo único que sabía es que está en Santander. Ramiro a duras penas conseguía dejarnos caer su intención de volver a Almuñécar a no mucho tardar.

Con los decibelios acercándose poco a poco a un nivel aceptable Javier, hablando de libros, hizo una muy interesante alusión a don Miguel de Unamuno, su Niebla y la curiosa sensación que tienen los autores cuando han creado un personaje y sienten que este, porque en algún momento cobra vida propia, ha escapado a su control pudiendo llegar a pensar que incluso les plagian. Finalmente Javier expresó su esperanza de leer pronto Retorno a lo imposible, la novela del José Luís Mingo que todos estamos esperando….. En ese momento el Custodio pegó un respingo monumental pues al oír la palabra plagio acaso sus audífonos le jugaran una mala pasada, pero enseguida recobró “la color”. Todo estaba meridianamente claro.

Se habló de los viajes pendientes, del también fallido este año, a la dehesa de Salamanca y se encargó a Antonio, que sabe de campo y de cuando en cuando habla con Mariano, que se reafirma en su oferta, para que sin demora este cierre la fecha, mejor en otoño, y pueda ofrecer uno de sus célebres banquetes a sus compañeros de Areneros 61.

Y, siguiendo con los viajes, las Altas Esferas confirmaban que la proyectada visita a Toledo, a punto de rematarse su diseño, se hará seguro en este año, al igual que la peregrinación, aún sin fecha, a la residencia de Jorge en Alcalá de Henares.

Gurri repartía su delicioso chocolate suizo que se saboreó mas que nunca, toda vez que nos anunció con pena que puede no haber más.

Como de costumbre pasaron más y más cosas en la comida….., pero hay una de ellas que merece ser especialmente reflejada en esta crónica: En un momento concreto, habiendo dado cuenta ya de los postres y con los “cafeses” sobre la mesa, el Custodio golpeó repetidamente su copa con la cucharilla y pidió silencio. Una vez hecho este, con todos en alerta, Diego hizo una exposición, fundada y certera, sobre el estado de la economía europea y española y sus posibles líneas de evolución que, apoyada por José Luis F-Valderrama -ese “cátedro” que además de futbol sabe de economía- y con la acertada intervención de varios más (Josemari, Fernando, José Luís, César, Eduardo, Javier, Pedro y Pedro, Ramiro, etc.), clarificó las ideas de los presentes e hizo que, además de algunas esperanzas, se sumarán a las preocupaciones que ya se tienen, algunas nuevas y no pequeñas.

La tarde, aunque todavía no languidecía, hizo que unos y otros se fueran despidiendo con el poso de una comida ciertamente memorable.

Finalmente cuatro valientes, con el añadido de dos voluntariosos espectadores, recuperaron la ya casi olvidada costumbre de la partida de mus, pero esta vez en la terraza.

Todos los jueves, incluso los que hay comida presencial en Mirasierra, Fernando sigue convocando tele reuniones, puntualmente a las 12 del mediodía, en su sala virtual -de Madrid o de Marbella- ofreciendo la oportunidad de pasar una hora deliciosa con los conmilitones que tienen a bien y pueden asomarse.

 

Crónica y fotos del Imaginaria de turno.

Con las colaboraciones inestimables, del Custodio en lo que al texto se refiere, y la habitual de Pedro “El Joven” para el reportaje gráfico.