Ya
estábamos avisados. José Luis, en la convocatoria lo había advertido: “Coincidiendo con el
comienzo de curso, procede hacer una reunión para programar las actividades que
queremos llevar a cabo”. O, dicho con otras palabras: ¡Venid
preparados, en la comida de septiembre habrá que pensar!
Josemari, inmediatamente,
contestó preguntando: ¿Vamos a llevar a cabo actividades extraescolares? ¡Chanchi Piruli!...
Ante eso, los demás, por si acaso, respondimos callando.
El día amaneció, en el
aperitivo con una grata sorpresa, Luis nos trajo de Vigo a su primo Javier Gros
Ester que fue recibido con explosiones de alegría primero y de admiración
después: Javier es el único de la promoción que al venir por primera vez a una
comida ha saludada a todos y a cada uno de los asistentes por su nombre y sus
dos apellidos sin confundirse en ninguno, ¡Javier es especial, es único, qué
tío!
Ya en la
comida, en la terraza, con un día precioso, los comensales, quince con Gurri
que llegó muy tarde, disfrutamos desde el principio de conversaciones del todo
interesantes que el tamaño de la mesa permitió compartir en la comida y también
en la muy larga sobremesa que se prolongó mucho más allá de las siete de la
tarde.
Se habló
mucho y bien de planes para el nuevo curso, sobre todo viajes, viajes casi
todos de cercanías: Segovia, Requena, Cuellar, Vigo, Santander, Zaragoza, Úbeda
y Baeza, Cáceres y Plasencia, hubo quien habló de volver a Córdoba…Estambul y
Singapur ida y vuelta con estancia en Indonesia… Y no quedaron las cosas
claras, faltó la presencia de Antonio que, porque lo dijo hace meses, tiene
derecho a explicarnos, dónde está Santa Gadea, que es eso de Atapuerca y lo
delicioso que es sentir el frío de Burgos paseando en invierno El Espolón.
Se
comentaron otras cosas, pero ¡qué difícil es para este custodio, entre lo sordo
que está y su mala memoria, recordar todo lo bueno que pasó sobre la mesa de
la, como siempre, deliciosa comida de septiembre de la promoción de 1961.
Y ahora,
para no olvidarlo, señalar, decir, observar, revelar, sacar a la luz, descubrir y, sin duda, disfrutar un
cambio relevante que sin darnos cuenta, muy poco a poco, en los últimos meses, se
ha producido en las comidas de la
promoción; lo explicaremos: las sobremesas se han alargado de una forma
curiosa, se ha hecho costumbre que cuando una parte de los comensales, más o
menos a las cinco de la tarde, se levanta de la mesa para abandonar la reunión,
los que se quedan, se agrupan en la mesa, se asume que la conversación es una,
se pide agua u otras copas, la conversación se hace profunda y la sobremesa se prolonga
hasta tarde; y, curiosamente, no importa quienes sean los que se marchan ni
tampoco los que se queden, somos intercambiables…
De lo que
se habló en la alargada sobremesa del mes de septiembre decir que ante el
creciente deseo de no pocos de los asistentes de enterarse y saber de temas
serios, importantes, relevantes o meramente curiosos, sin tener que leer, José
Luis hubo de hacer una cuidada síntesis de Longitud,
el libro de Dava Sobel que todos en la promoción hace mucho
deberíamos conocer. Gaspar reclamó que alguien le consiga Las asíntotas de Dios, la agotada obra de Jesús Granell; César
paseó la memoria sobre los manuales del P. Cobos y el Custodio elogió, tratando
de conseguir lectores, Una breve historia de casi todo de Bill Bryson y, de paso, por si tiene éxito, también lo
hizo con Juan Gordo Feo…
Nota:
Antes de
recrearos en las fotografías de Gaspar, recordad, por si queréis pedirles algo,
que dentro de unos días, Santiago
regresa otra vez a Indonesia, Pedro el Joven se marcha de nuevo a California, Lorenzo viaja a no se
sabe donde y Fernando no está claro si en octubre estará en Marbella, Silicon
Valley o comerá con nosotros en el Club Mirasierra…


Postdata:
Recordad que Don Pedro Oñorbe de la Torre, bajo el título "La
influencia del hombre en el cambio climático", impartirá una conferencia en
la Fundación Obra Social de La Caixa, en Arapiles 15, el próximo día 1 de
Octubre